El entrenador es consciente del esfuerzo de sus dirigidos y pide que se mejore el reconocimiento económico si llegan a conseguir el ascenso.
Santa Marta está en alerta ante la posibilidad de que un descontento interno en el Unión Magdalena afecte el rendimiento del equipo en su lucha por el ascenso a la primera división.
Según trascendió, jugadores y cuerpo técnico están molestos debido al incumplimiento de una promesa de incentivos económicos por parte de la dirigencia del club.
Los jugadores esperaban una recompensa significativa por alcanzar la final, especialmente tras la contundente victoria 4-0 sobre Llaneros F.C. en el partido de ida. Sin embargo, al consultar sobre los incentivos, se enteraron de que el premio total sería de apenas 50 millones de pesos, a repartir entre 25 integrantes del equipo, lo que equivale a 2 millones por jugador.
La situación ha generado un clima tenso incluso en el cuerpo técnico. En una reciente entrevista radial, el entrenador expresó su frustración: «No tengo ganas de entrenar», reconociendo el esfuerzo y dedicación que sus jugadores han mostrado durante toda la campaña.
Las críticas hacia la dirigencia no se han hecho esperar, especialmente considerando el ingreso millonario que dejó la taquilla del último partido en el estadio Sierra Nevada, al que asistieron cerca de 15 mil espectadores.
El entrenador no se ha referido puntualmente a lo que sucede pero señaló: “ahorita tengo la cabeza mal, no me pregunte por qué, tuve un problema delicado anoche, hoy no siento los deseos de ir a entrenar, no le he contado a nadie, no me gustaron unos detalles que viví en concentración. Estoy golpeado porque los consentimos, los apoyamos, los estimulamos, les damos trabajos para bien de hecho y lo que pasó en concentración fue muy delicado para mí. Que los directivos hablen primero, vamos a ver que trámite le damos a eso”.
La afición teme que esta situación afecte la moral del equipo en el decisivo partido de vuelta y ponga en riesgo el sueño del ascenso. Amanecerá y veremos si la dirigencia logra calmar las aguas antes de que las tensiones impacten en el desempeño deportivo.