La joven fue asesinada brutalmente por su exnovio frente a un conjunto residencial en Medellín. Un día después del crimen, el agresor fue hallado sin vida en una zona boscosa de la comuna 13.

El miércoles 29 de octubre, Yuri Alejandra Pineda Cabueñas regresaba a su casa después de una jornada normal. Caminaba por la entrada de un conjunto residencial en el barrio Eduardo Santos, en Medellín, cuando dos hombres en moto se le acercaron. No tuvo tiempo de reaccionar. Su exnovio, Luis Miguel Zapata Ossa, se bajó del vehículo y, con un cuchillo en la mano, la atacó con furia.

Dieciséis puñaladas acabaron con su vida en cuestión de segundos. El conductor, de nacionalidad venezolana, esperó mientras el agresor desataba toda su rabia. Luego huyeron, dejando la motocicleta abandonada a pocos metros del lugar.

El ataque quedó registrado en cámaras de seguridad. Las imágenes fueron clave para identificar a los responsables y reconstruir los últimos minutos de la víctima, que había terminado su relación con Luis Miguel en junio, cansada —según su familia— de las agresiones, los celos y el acoso constante.

Un día después, el 30 de octubre, el cuerpo de Luis Miguel Zapata fue encontrado sin vida en una zona boscosa del barrio San Michel, comuna 13 de Medellín. La Policía y la Fiscalía investigan si se trató de un suicidio o si alguien más intervino en su muerte.

El historial judicial del agresor ya hablaba por sí solo: en julio había sido denunciado por acceso carnal abusivo contra una menor de 14 años. Aun así, seguía en libertad.

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El crimen de Yuri Alejandra ha causado conmoción en Medellín. En redes sociales, familiares y colectivos feministas exigieron justicia y denunciaron la falta de protección para mujeres que, como ella, habían pedido ayuda en medio de amenazas y persecución.