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No solo en Santa Marta: el falso guía que drogaba y robaba turistas en Bogotá usando Grindr


El hombre de 37 años, fue capturado en la capital del país tras descubrirse que contactaba a extranjeros en aplicaciones de citas, fingía ser gay, los drogaba en hoteles y les robaba dinero, pertenencias y hasta pasaportes. La Fiscalía lo imputó por hurto calificado y agravado.

El robo a turistas a través de aplicaciones de citas ya no es un fenómeno aislado en ciudades costeras como Santa Marta o Cartagena. En Bogotá, la Fiscalía destapó un caso que refleja la misma modalidad criminal: un supuesto guía turístico que utilizaba la aplicación Grindr para contactar extranjeros, fingir interés en encuentros íntimos y, finalmente, despojarlos de todo lo que tenían.

El hombre fue identificado como Mario Antonio Modesti Cañizales, de 37 años. Según los investigadores, había convertido su falsa identidad en una fachada perfecta para delinquir. En los perfiles de Grindr simulaba ser un hombre gay en busca de relaciones ocasionales, un gancho con el que atrapaba, sobre todo, a visitantes extranjeros que venían de paso por negocios o turismo a la capital.

La estrategia era siempre la misma: se mostraba amable, convincente y lograba que lo invitaran a los hoteles donde estaban hospedados. Allí desplegaba la parte más oscura de su plan: ofrecía tragos mezclados con medicamentos veterinarios que dejaban a las víctimas inconscientes durante horas.

En ese estado de vulnerabilidad, Modesti saqueaba las habitaciones. Se llevaba dinero en efectivo, relojes de lujo, computadores, celulares, tarjetas bancarias y hasta pasaportes, que luego eran adulterados para facilitar su escape o ser usados en nuevas estafas.

Las denuncias se multiplicaron: ciudadanos de Italia, Israel, Alemania, Estados Unidos y Tailandia coincidieron en que fueron víctimas del mismo modus operandi. Despertaban sin memoria clara de lo ocurrido, con graves síntomas físicos y con pérdidas económicas considerables.

La Fiscalía lo imputó por hurto calificado y agravado. Aunque Modesti no aceptó los cargos, un juez determinó enviarlo a prisión preventiva mientras avanza el proceso. Para las autoridades, el caso es una alerta sobre cómo los criminales se aprovechan de la confianza que generan las aplicaciones de citas para convertirlas en trampas.

“Esto no solo ocurre en Santa Marta ni en las ciudades costeras del país. La capital también se ha convertido en escenario de este tipo de delitos, que afectan la seguridad de los turistas y la imagen de Colombia como destino”, advirtió un vocero del ente acusador.


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