La necropsia que le practicaron al cuerpo del empresario arrojó que su muerte fue por causas naturales.
Por petición de la familia, al empresario Allan Scalzo le practicaron una necropsia tras su repentino fallecimiento mientras enfrentaba un proceso judicial por presuntamente ordenar asesinar a Haled Saghair, en el año 2019.
La esposa de Scalzo había manifestado que su esposo fue víctima de un envenenamiento a través de la contaminación de sus alimentos, lo cual le habría causado una infección bacteriana fatal. Sin embargo, los resultados de la necropsia arrojaron un diagnóstico diferente.
Según el informe forense, Scalzo falleció debido a una neumonía severa que se complicó con el paso de los días.
A pesar de esto, la viuda del empresario ha mantenido que hubo demoras significativas en la autorización de los permisos necesarios para trasladar a Scalzo a un centro asistencial donde pudiera recibir el tratamiento adecuado para su enfermedad.
El proceso judicial contra Scalzo se vio interrumpido en varias ocasiones debido a sus constantes problemas de salud. Las audiencias preliminares fueron aplazadas repetidamente por la incapacidad del empresario de asistir debido a su estado físico deteriorado.
En una ocasión crítica, cuando se le dictó la medida de aseguramiento, Scalzo se encontraba internado en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), y la audiencia se llevó a cabo en su ausencia, con la participación de su abogado defensor. La juez encargada dictaminó una medida de aseguramiento en un establecimiento carcelario, pero el estado de salud del empresario siguió empeorando hasta culminar en su fallecimiento, lo cual tomó por sorpresa a todos los involucrados.
