El relato de la madre y el padrastro se desmoronó cuando los exámenes forenses confirmaron golpes en el cuerpo del niño.

La comunidad del barrio Eduardo Santos, en Neiva, sigue conmocionada tras la muerte de Jordan Alexander Cerón, un niño de dos años que, según las primeras versiones de su madre y su padrastro, habría fallecido por un fuerte dolor estomacal. Sin embargo, la investigación de las autoridades reveló una realidad distinta: el menor presentaba signos de maltrato, lo que llevó a la captura de sus cuidadores.

El caso se conoció el pasado 13 de marzo, cuando Karol Méndez y Wilson Chavarro, madre y padrastro del niño, informaron a las autoridades sobre su fallecimiento. En un primer momento, argumentaron que el menor había comenzado a sentirse mal hasta que dejó de respirar.

Pero un examen más detallado del cuerpo, realizado por Medicina Legal, evidenció golpes y heridas que apuntaban a un presunto caso de violencia infantil.

Ante estos hallazgos, la Policía capturó a Méndez y Chavarro en el barrio San Vicente de Paúl, en la comuna 3 de Neiva.

Según información oficial, ambos tienen antecedentes por violencia intrafamiliar, inasistencia alimentaria y lesiones personales, lo que refuerza la hipótesis de que el niño pudo haber sido víctima de constantes agresiones.

La noticia ha causado gran indignación en la comunidad, donde vecinos y ciudadanos han exigido justicia para el pequeño Jordan Alexander. «Esto no puede quedar impune. Era un niño inocente», expresó un residente del sector.

Las autoridades continúan con la investigación para esclarecer las circunstancias exactas de la muerte del menor y determinar la responsabilidad de los capturados.