Necropsia revela que mujer atropellada por técnicos de Claro, primero fue abusada sexualmente


A 18 días de su muerte, el informe forense confirmó que la joven madre venezolana fue víctima de violación antes de ser atropellada por dos técnicos de internet en Perú.

La mujer venezolana que fue atropellada por una camioneta conducida por técnicos de una filial de la empresa Telefonía Claro, también había sido abusada previamente en su propia vivienda, al parecer por los dos hombres que llegaron a instalarle el servicio.

El reciente dictamen de necropsia practicado a Andreina Farías, migrante venezolana de 31 años, reveló que la joven fue víctima de abuso sexual en las horas previas a su muerte.

La mujer murió atropellada por una van de técnicos de una filial de la empresa de telefonía Claro el pasado 14 de mayo en Perú, pero la verdad detrás de su fallecimiento comienza a confirmarse.

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La investigación, liderada por la Policía Nacional del Perú, determinó que Andreina no murió por accidente, sino que fue asesinada deliberadamente para ocultar un delito sexual perpetrado por los mismos hombres que, bajo el pretexto de instalar un servicio de internet, permanecieron en su casa por más de 12 horas.

Según el coronel Carlos Morales, jefe de la División de Homicidios de la Dirección de Investigación Criminal, el protocolo de necropsia estableció la existencia de lesiones compatibles con violación sexual.

“Se ha establecido que María Andreina fue ultrajada sexualmente. Lo dice el protocolo de necropsia. Esto descarta totalmente que se haya tratado de un accidente”, declaró Morales.

El crimen fue captado en cámaras de seguridad. En los videos, Andreina se muestra alterada, gritando por ayuda y enfrentando a sus agresores mientras intenta evitar su huida. En un momento, se cuelga del vehículo y les grita:

“Mátenme pues”.

En respuesta, los técnicosRubén Cueva Velásquez y Jean Carlos Montero Huaylinosaceleran el vehículo, la arrollan y huyen. El acto fue intencional, según la policía, y tuvo como objetivo silenciar a la víctima, quien había intentado detenerlos para denunciarlos por el abuso.

Rubén Cueva fue detenido y confesó parcialmente los hechos. Admitió haber estado bebiendo con la joven durante horas y que presenció una situación comprometida entre su compañero y Farías. También reconoció que intentó agredirla sexualmente, pero ella se resistió.

La necropsia forense, sumada al testimonio y al video, fue fundamental para que las autoridades calificaran el caso como violación seguida de homicidio, descartando la versión inicial de un simple atropello. Cueva permanece en prisión preventiva por nueve meses, mientras que Montero Huaylinos sigue prófugo, presuntamente protegido por su entorno familiar.

Andreina Farías había migrado a Perú en busca de una mejor vida para sus cinco hijos, quienes hoy quedan desamparados y marcados por la violencia que acabó con su madre.

Organizaciones de mujeres, activistas por los derechos humanos y grupos de migrantes exigen justicia y que se actúe con firmeza frente a un caso que pone en evidencia la vulnerabilidad de las mujeres migrantes ante la violencia machista.


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