La mujer asesinada en la Troncal del Caribe había estado en prisión. Tras recuperar su libertad, decidió vivir sola y sin miedo, pero su historia terminó en un crimen.

Natalia Portillo no vivía con miedo. Quienes la conocieron aseguran que era una mujer decidida, directa, que no se dejaba intimidar por nadie. Trabajadora sexual en el Centro Histórico de Santa Marta, todas las noches se dirigía al parque de Los Novios a buscar el sustento.

Era conocida por su carácter fuerte, pero también por su alegría, la misma que reflejaba en sus redes sociales, donde nunca dio señales de preocupación.

Pero detrás de esa aparente normalidad, había un episodio que marcó su vida para siempre: estuvo privada de la libertad tras apuñalar a su pareja y a la amante de este. Fue detenida y procesada por ese hecho, pero después recuperó su libertad. Desde entonces, según personas cercanas, decidió no volver a tener pareja y enfocarse en vivir “a su manera”, lejos de los conflictos personales que una vez la llevaron a la cárcel.

El pasado lunes, como de costumbre, Natalia salió a trabajar. Alguien, un hombre, se acercó a ella y se la llevó. Nadie sabe quién era, no hay testigos que hayan podido identificar al agresor. Horas después, su cuerpo apareció abandonado en la vía Troncal del Caribe, cerca del corregimiento de Gaira. Lo encontraron transeúntes que dieron aviso inmediato a la Policía.

La escena fue impactante. Su asesinato genera preguntas y sospechas que hasta ahora no han tenido respuesta. ¿Fue un cliente? ¿Fue alguien de su pasado? ¿Tuvo que ver con el episodio que una vez la puso tras las rejas?

Por ahora, las autoridades investigan el caso, mientras quienes la conocieron exigen justicia y que no se descarte ninguna línea de investigación. Natalia Portillo, la mujer que decía no temerle a nada, terminó siendo víctima de una violencia que aún no encuentra responsables.