
Murió Omar Vega, el ebanista que luchó 23 días por su vida tras un accidente en la Troncal del Caribe
El artesano, muy querido en Gaira, falleció en el Hospital Julio Méndez Barreneche luego de permanecer más de tres semanas en estado crítico.
La noticia se regó muy rápido por las calles de Gaira. En los talleres, en las esquinas, en los grupos de WhatsApp, todos hablaban de lo mismo: Omar Vega había muerto. Tras 23 días de lucha en una cama de hospital, el ebanista que muchos apreciaban perdió la batalla que comenzó en la Troncal del Caribe, donde sufrió un brutal accidente de tránsito.
Omar Rafael Vega Ramírez, de 49 años, era un hombre hecho a pulso. Nació en Riohacha, pero fue en Gaira donde echó raíces, levantó su familia y construyó una reputación como artesano detallista, responsable y servicial. Su nombre era sinónimo de oficio bien hecho; su taller, un punto de encuentro para vecinos y clientes que lo admiraban por su talento y humildad.
El accidente que lo llevó al borde de la muerte ocurrió cuando se desplazaba en su motocicleta hacia un punto donde compraría materiales para sus trabajos. A la altura de la estación de servicio Zuca, otra motocicleta que iba a alta velocidad lo embistió. El impacto lo dejó tendido sobre el asfalto, inconsciente, mientras testigos corrían a pedir auxilio.
Los minutos siguientes fueron una carrera contra el tiempo. Una ambulancia lo trasladó a una clínica de la ciudad, donde los médicos hicieron todo lo posible por estabilizarlo. Las lesiones eran múltiples y graves. Pasó 15 días en la Unidad de Cuidados Intensivos, con su familia aferrada a la esperanza.
Cada jornada era una mezcla de fe y angustia. Los amigos llegaban al hospital con palabras de aliento, las cadenas de oración se multiplicaban, y en Gaira se hablaba de su fortaleza. Pero el cuerpo de Omar no resistió. Fue remitido al Hospital Julio Méndez Barreneche, donde finalmente falleció la mañana del martes 8 de octubre.
Su partida dejó un vacío inmenso. Quienes lo conocieron destacan su carácter tranquilo, su entrega al trabajo y su disposición para ayudar a los demás.
“Era un hombre bueno, siempre tenía una sonrisa y una palabra amable”, dijo un amigo que lo acompañó en los últimos días.
El cuerpo de Omar será velado en su casa en Gaira, donde la comunidad podrá despedirse de él entre lágrimas y recuerdos. Luego, sus restos serán llevados a Riohacha, su tierra natal, para darle el último adiós.
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