El conductor de la moto murió de inmediato por el impacto, mientras que su mujer falleció horas después en una clínica.
Cuatro niños quedaron esperando a sus padres este miércoles en Santa Marta. No sabían que ese día la puerta no se abriría de nuevo para ellos.
No sabían que la moto en la que siempre llegaban Kelly y Carlos nunca más volvería a parquearse frente a la casa. No sabían que el destino ya había decidido arrebatarles todo en un solo golpe.
Carlos Santiago Luna, conocido como El Cachaco, murió en el acto en el accidente. La camioneta los embistió con tal violencia que no tuvo oportunidad de luchar por su vida.
Kelly Polo, su esposa, quedó gravemente herida y, aunque su familia y amigos mantuvieron la esperanza hasta el último minuto, el desenlace fue fatal.
La mujer, madre de cuatro hijos —uno de ellos una bebé de apenas tres meses—, no resistió y falleció al final del día miércoles.
Era una pareja trabajadora, forjada en el esfuerzo diario en la playa de Neguanje. Carlos, lanchero, se ganaba la vida transportando turistas sobre las aguas cristalinas del Parque Tayrona.
Kelly, con su sonrisa incansable, atendía en un negocio del balneario. Allí se conocieron, allí construyeron su historia de amor y allí soñaban con un futuro mejor para sus hijos.
Pero la Troncal les arrebató todo. Como cada jornada, se desplazaban en su moto sin imaginar que el destino les tenía marcada la última ruta.
Ahora, la investigación busca esclarecer las circunstancias del accidente, pero ninguna respuesta devolverá a Kelly y Carlos a casa.
Sus hijos han quedado en un abismo de ausencia. Las voces de sus padres, las risas, los abrazos tras un largo día de trabajo… todo se ha esfumado.
La comunidad de Neguanje, que los vio compartir su amor y esfuerzo, hoy los llora. En la playa donde fueron felices, solo queda el eco de una historia que terminó demasiado pronto.
