La comunidad cristiana de Puerto Wilches está de luto. El pastor José Padilla falleció en Bucaramanga tras una cirugía, y apenas dos horas después, su esposa, la pastora Ofir Piñeres, murió de un paro cardiaco. Su historia, marcada por la fe y el amor, conmovió a todo el municipio.

Una historia de amor y fe ha estremecido a Puerto Wilches, Santander. En menos de dos horas, una pareja de esposos que por décadas compartió su vida y su servicio pastoral, partió de este mundo dejando una huella imborrable en su comunidad.

En la mañana del lunes festivo 13 de octubre, el pastor evangélico José Padilla falleció en una clínica de Bucaramanga tras ser sometido a un procedimiento quirúrgico. Durante varios días había enfrentado complicaciones de salud que finalmente acabaron con su vida. Su partida fue recibida con profundo pesar por los fieles de la Iglesia Cristiana Cuadrangular del corregimiento de Vijagual, donde ejercía como líder espiritual junto a su esposa, la pastora Ofir Piñeres.

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Sin embargo, lo que nadie imaginaba era que la tragedia no había terminado. Apenas dos horas después del fallecimiento de su esposo, Ofir Piñeres se desplomó repentinamente en su casa mientras lloraba su pérdida. Sus familiares y allegados intentaron auxiliarla, pero los esfuerzos fueron en vano. Los médicos confirmaron que había sufrido un paro cardiaco.

Una historia de amor y fe

El doble fallecimiento ha sido interpretado por muchos como una muestra del vínculo inquebrantable que unía a la pareja. “El pastor José se llevó consigo a la mujer que lo acompañó por más de treinta años”, expresaron entre lágrimas varios feligreses, quienes aún no asimilan la noticia.

Para la comunidad cristiana de Puerto Wilches, la muerte de los esposos Padilla Piñeres deja un vacío enorme. Durante décadas, ambos fueron referentes de fe, humildad y servicio, guiando a generaciones de creyentes con su testimonio y su entrega a Dios.

En redes sociales, las congregaciones locales publicaron mensajes de despedida y homenajes póstumos. “Vivimos un profundo duelo. Su amor mutuo y su entrega a Dios fueron un ejemplo para todos”, escribió la Iglesia Cuadrangular de Vijagual en un comunicado.

El velorio se realizará en el templo donde juntos predicaron por años. Allí, los fieles los despedirán con cánticos, oraciones y lágrimas, convencidos de que, como en vida, también en la eternidad José y Ofir permanecen unidos.