La joven de 26 años, fue atacada dentro de su casa en el barrio Santander. El agresor, con un amplio historial criminal, sigue prófugo de la justicia.

Una nueva tragedia por violencia de género sacude a Medellín. En la madrugada una joven identificada como María Fernanda Agudelo Torres, de 26 años, fue asesinada dentro de su vivienda, ubicada en el barrio Santander, al norte de la ciudad.

Su expareja, Carlos Mario Fernández Oquendo, alias “Chacho” o “Petra”, ingresó por la fuerza al inmueble y le disparó en repetidas ocasiones antes de huir.

De acuerdo con la investigación preliminar, el hombre escaló por los balcones de edificios vecinos hasta llegar al tercer piso donde residía la víctima junto a su hijo de siete años. Al irrumpir en la vivienda, discutió brevemente con ella y luego le disparó.

Según familiares, la pareja había terminado su relación hacía apenas tres semanas, tras un ciclo de agresiones físicas y amenazas que María Fernanda había denunciado.

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“Él no aceptaba que ella lo dejara, la acosaba constantemente y le decía que si no era de él, no sería de nadie”, contó uno de los allegados de la joven. Momentos antes del ataque, María Fernanda alcanzó a llamar a su hermano y pedirle que avisara a la Policía, pero segundos después se escucharon los disparos. Su hermana, que estaba en otra habitación, trató de enfrentarse al agresor, quien huyó del sitio en una motocicleta.

Cuando las autoridades llegaron al lugar, encontraron a la joven sin vida en su habitación, mientras su hijo, testigo del ataque, permanecía oculto y en estado de shock. El menor fue rescatado por sus familiares y puesto bajo protección. La comunidad del barrio, consternada, realizó un plantón en rechazo a la violencia machista y exigió justicia por el crimen.

Un asesino con múltiples antecedentes

El presunto asesino, de 45 años, cuenta con un amplio prontuario criminal, incluyendo antecedentes por hurto, violencia intrafamiliar, constreñimiento ilegal y fuga de presos. Según la Policía, había escapado de centros carcelarios en cuatro ocasiones, la más reciente en 2020. Además, trabajaba en una chatarrería del centro de Medellín donde, de acuerdo con inteligencia, también operaba un expendio de drogas.

La Fiscalía y la Policía adelantan operativos para dar con su paradero, mientras organizaciones sociales cuestionan cómo un hombre con tantos antecedentes pudo estar en libertad. El caso de María Fernanda se suma a la preocupante lista de feminicidios en el país