Un video viral muestra el momento en que varias mujeres, una de ellas en toalla agreden a un cobrador de paga diario tras negarse a cancelar un pendiente de apenas diez mil pesos. La disputa terminó con daños materiales y la intervención de vecinos alarmados por la violencia del hecho.

El barrio Villa del Rosario se volvió un campo de batalla. Lo que comenzó como un reclamo por el cobro de diez mil pesos terminó en una riña callejera entre un cobrador y varias mujeres que, según testigos, se negaban a pagarle.

El incidente, grabado por curiosos y difundido en redes sociales, muestra la secuencia de agresiones que desató el caos en plena vía pública. En el video se observa cómo el cobrador intenta dialogar, pero la tensión sube de tono hasta que una de las mujeres en toalla lo empuja y empieza a golpearlo.

“¡Por diez barritas se están matando!”, exclama un hombre mientras graba la escena.

En cuestión de segundos, los gritos ahogaron cualquier intento de mediación. El cobrador, acorralado, se muestra impotente; las mujeres le lanzan objetos y uno de los golpes termina dañando su motocicleta, que quedó tirada en el suelo. Nadie interviene, aunque decenas de vecinos presencian el altercado entre el desconcierto y el morbo.

Según relataron habitantes de la zona, la discusión se originó por el cobro de una pequeña deuda correspondiente a un préstamo informal, una práctica conocida como paga diario, común en sectores populares donde muchas personas recurren a créditos rápidos para sobrevivir.
El cobrador habría acudido a reclamar el dinero, pero la mujer implicada se negó a pagar alegando cobros injustos.

Lo que siguió fue un estallido de ira, insultos y golpes que reflejan —más allá de los diez mil pesos— la tensión social que vive la comunidad.

“Esto pasa todos los días, la gente se endeuda y no puede pagar las altas tarifas. Aquí el problema no es la plata, es la rabia que hay en las calles”, comentó un vecino.

Muchos usuarios reprocharon la violencia del hecho y la normalización de escenas de agresión que terminan convirtiéndose en contenido viral.

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Hasta el momento, las autoridades no han informado si alguno de los involucrados presentó denuncia formal, pero el episodio volvió a poner sobre la mesa una realidad repetida: en las esquinas de muchos barrios, las deudas pequeñas terminan cobrando precios muy altos.