Mujer de 24 años murió tras una semana de dolor abdominal y desatención médica


La mujer Falleció este miércoles en el puesto de salud de Minca tras varios días con intensos dolores. Su familia denuncia negligencia médica y pide explicaciones.

Stephany Miranda Fontalvo tenía apenas 24 años y una vida por delante. Era madre de dos niños pequeños, de 4 y 8 años, y también se hacía cargo de su hijastro de seis. La última semana la pasó entre dolores abdominales insoportables, náuseas, fiebres y la indiferencia del sistema de salud. Su caso terminó de la peor forma: falleció este miércoles dentro del consultorio del puesto de salud de Minca, mientras su familia esperaba noticias afuera.

Todo comenzó días atrás, cuando Stephany empezó a sentir una fuerte molestia en el abdomen. Alarmada, acudió al centro asistencial del corregimiento. Allí, según relatan sus familiares, apenas le dieron medicamentos para el dolor y la mandaron de vuelta a casa. 

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Nadie ordenó exámenes, ni la remitió a un hospital de mayor nivel. El malestar persistió. Luego vinieron los mareos, la fiebre alta y la desesperación.

La mañana del miércoles regresó al puesto de salud, ya visiblemente más afectada. Sus seres queridos aseguran que le aplicaron una inyección que, según les dijeron, era de adrenalina. Poco después, cerraron la puerta del consultorio y no les permitieron entrar. Minutos más tarde, el personal médico salió con la noticia que nunca esperaron: Stephany había muerto.

El golpe fue devastador. Nadie se lo explicaba. Era una mujer joven, aparentemente sana. Hoy, su familia —su madre, su hermano, su esposo— está destrozada. Mientras intentan afrontar la repentina pérdida, sienten que todo pudo evitarse si en el puesto de salud hubiesen actuado con mayor responsabilidad.

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“Se pudo hacer algo. Tenía una semana diciendo que se sentía mal. Lo único que pedíamos era que la atendieran como se debía”, expresó uno de sus familiares con impotencia. Ahora, exigen una investigación clara y respuestas por lo ocurrido.

La muerte de Stephany Miranda no sólo deja un vacío inmenso en su hogar. También deja tres niños huérfanos de madre y una comunidad indignada por lo que consideran un nuevo caso de negligencia médica en una zona donde el acceso a servicios de salud dignos sigue siendo un desafío.


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