Lo que en un principio se pensó que era un intento de robo, resultó ser una violenta pelea entre dos vendedores ambulantes por un puesto de trabajo en el camellón de Bastidas. Uno de ellos murió tras recibir una puñalada. El otro fue capturado por la Policía.

El rebusque en las calles de Santa Marta terminó cobrando la vida de Roque Castro Cortés, un joven de 23 años, vendedor ambulante, padre de tres hijos y conocido entre sus colegas como ‘Roquelito’.

La noche del miércoles 9 de julio, una disputa por el espacio público en el turístico camellón de Bastidas se convirtió en una escena de sangre, dolor y muerte.

Los gritos de quienes presenciaron el hecho interrumpieron la tranquilidad de una noche en la bahía. En medio de turistas, familias y otros vendedores, dos hombres se enfrentaron a golpes y luego a cuchillo. Roque fue herido de gravedad con arma blanca. Minutos después falleció. Su agresor, también vendedor, fue detenido por la Policía Metropolitana.

En un primer momento, se creyó que Roque había sido víctima de un atraco. Pero las autoridades confirmaron que se trató de una riña entre vendedores ambulantes por la ocupación de una zona estratégica para las ventas. La discusión, según testigos, no era nueva. Roque había sido advertido por Darling Leonardo Márquez, un vendedor de nacionalidad venezolana, de no instalarse en el lugar. “Esto es libre, todos podemos rebuscarnos aquí”, habría sido la respuesta de la víctima.

Ese cruce de palabras fue el comienzo del conflicto que terminó en tragedia. Mientras algunos intentaban intervenir, los hombres se trenzaron en una pelea que escaló rápidamente. Roque cayó herido de muerte. Su atacante sufrió lesiones menores y fue capturado en el acto. El arma blanca quedó en manos de las autoridades como prueba clave en la investigación.

De Roque dicen que era un joven trabajador, responsable y conocido por su carácter amable. Con la venta que tenía sostenía a sus tres hijos pequeños.