
Miguel Uribe Londoño toma las banderas de su hijo asesinado y se lanza como precandidato presidencial del Centro Democrático
Tras enterrar a su esposa y a su hijo, el veterano político decidió reemplazar a Miguel Uribe Turbay en la carrera presidencial del uribismo. La colectividad confirmó que participará en el proceso interno junto a María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Paola Holguín y Andrés Guerra.
El asesinato del senador Miguel Uribe Turbay, el pasado 7 de junio, sacudió al Centro Democrático y dejó en suspenso la candidatura que el joven dirigente adelantaba con miras a las elecciones de 2026. Dos meses después, su padre, Miguel Uribe Londoño, anunció que asumirá ese lugar y competirá en el proceso interno del partido para escoger al candidato único.
La decisión fue comunicada oficialmente este viernes 22 de agosto por el uribismo, tras varios días de conversaciones con la familia Uribe Turbay y con los demás precandidatos. Según el comunicado, hubo consenso entre las directivas del partido y los aspirantes María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Paola Holguín y Andrés Guerra para aceptar la inclusión de Uribe Londoño en la contienda.
“El señor Uribe Londoño expresó que la familia de Miguel Uribe Turbay decidió por unanimidad que fuera él quien entrara al proceso de selección del candidato presidencial en ausencia de su hijo”, señaló el documento.
Uribe Londoño, exconcejal de Bogotá y exsenador conservador, deberá someterse a los mismos debates y actividades que los demás aspirantes, hasta que el Centro Democrático defina en enero de 2026, a través de una encuesta internacional, quién será su carta presidencial.
Un duelo convertido en bandera política
La decisión del veterano político se venía gestando desde el sepelio de su hijo, realizado el 13 de septiembre en la Catedral Primada de Bogotá. Allí, en medio de la indignación por el crimen, lanzó un discurso que sonó más a proclama política que a palabras de despedida.
“Callaron a Miguel, pero no podrán callar la voz de millones de colombianos pidiendo a gritos un cambio”, dijo entonces, mientras llamaba a la unidad nacional en torno al Centro Democrático.
En esa ocasión, sus palabras fueron cuestionadas por el tono electoral en medio del dolor, pero también dejaron claro que no descartaba asumir el lugar que la violencia le arrebató a su hijo. “Asesinaron a Miguel, pero jamás podrán asesinar su propósito. Las ideas son indestructibles, pero necesitan materializarse para cambiar la historia de un país”, añadió.
Con su decisión, Uribe Londoño sigue la ruta que décadas atrás marcaron otros clanes políticos tras asesinatos de líderes, como el caso de Juan Manuel Galán, quien en 1989 entregó las banderas del Nuevo Liberalismo a César Gaviria luego del magnicidio de su padre, Luis Carlos Galán.
Hoy, el uribismo recibe a un precandidato inesperado: un padre en duelo que, con avanzada edad y tras perder a su esposa e hijo, convierte su tragedia familiar en una apuesta por la presidencia de Colombia.
PAUTE
AQUÍ
420 px x 450 px
INFO AQUÍ