“Me duele lo que pasó»: el drama del joven que mató accidentalmente a auxiliar 


El auxiliar de 19 años, quien accionó accidentalmente el arma que le quitó la vida a su compañero, atraviesa una profunda depresión y ha pedido perdón a la familia de la víctima. Su madre clama por comprensión y una investigación justa. 

La vida de Talel Daza, un joven auxiliar de 19 años, se apagó trágicamente tras recibir un disparo accidental en medio de un momento que parecía inofensivo. Este hecho no solo ha dejado a su familia sumida en un profundo dolor, sino que también ha marcado para siempre a quien era un amigo cercano, el joven responsable del disparo.

Según los testimonios, ambos auxiliares compartían una buena amistad desde que se conocieron en la institución. Eran inseparables, como lo relata Sandra, la madre del joven que manipuló el arma: “Eran muy buenos amigos. El sábado pasado estuvieron juntos en una fiesta y se escribían todos los días”. La confianza y cercanía entre ambos hace aún más difícil para el joven aceptar lo sucedido.

En una desafortunada secuencia de eventos, lo que comenzó como un juego terminó en tragedia. Mientras manipulaban un arma, el joven accidentalmente la accionó, hiriendo a Talel de gravedad. Aunque fue trasladado a la clínica, las heridas resultaron fatales.

Desde entonces, el joven involucrado ha caído en una profunda depresión. Según confesó a su madre, se siente culpable por la muerte de su amigo y ha perdido el ánimo de continuar. “Él era mi amigo. Me duele lo que le pasó”, expresó entre lágrimas, según su madre.

Sandra, además de enfrentar el sufrimiento de ver a su hijo en esta situación, ha extendido públicamente un mensaje de perdón a la familia de Talel: “Pido disculpas en nombre de mis hijos y mi esposo. Por lo sucedido, pido a las autoridades que sigan investigando si realmente fue un accidente. Mi hijo es un buen joven”.

Por su parte, la familia de Talel vive el desgarrador duelo de haber perdido a un hijo lleno de sueños. La comunidad samaria, consternada por el hecho, acompaña con solidaridad a ambas familias, entendiendo que la tragedia ha dejado dos vidas fracturadas.

Las autoridades continúan investigando las circunstancias del incidente para esclarecer los hechos.

El silencio de las familias, roto solo por el llanto y las palabras de lamento, refleja el vacío que esta tragedia ha dejado. 

Dos jóvenes unidos por la amistad ahora están separados por el peso de una pérdida irreparable, una herida que marcará para siempre sus historias y las de quienes los rodean.


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