El uniformado confesó que agredió brutalmente a su hija mientras se encontraba, según testigos, bajo los efectos del alcohol. La menor permanece en UCI con trauma craneoencefálico y fracturas.

Un estremecedor caso tiene consternada a la comunidad de Ocaña, Norte de Santander, luego de que un miembro activo de la Policía Nacional, identificado como el subintendente Wilkin Roney Durán García, presuntamente agrediera a su hija de tan solo cinco meses de nacida y luego confesara: “maté a mi hija”.

Los hechos ocurrieron en la noche del 12 de marzo en el barrio Promesa de Dios. Según versiones recopiladas por las autoridades, Durán se encontraba en su vivienda junto a la menor cuando, en circunstancias que aún se investigan, la habría lanzado desde una altura considerable, causándole graves heridas, entre ellas un trauma craneoencefálico y varias fracturas.

La escena fue presenciada por la madre del uniformado, quien, tras escuchar un golpe proveniente de la habitación, encontró a la niña tendida en el suelo, ensangrentada, y a su hijo de pie, inexpresivo y sin reaccionar. De inmediato, la abuela trasladó a la menor al hospital Emiro Quintero Cañizares, desde donde fue remitida a la Clínica Materno Infantil de Bucaramanga.

Lo que más ha estremecido a las autoridades es la declaración del propio Durán. Hacia las 12:30 de la madrugada, el uniformado se entregó voluntariamente a sus compañeros y, según el reporte oficial, manifestó sin rodeos: “maté a mi hija”.

Además, las primeras versiones apuntan a que el subintendente se encontraba bajo los efectos del alcohol al momento del hecho. Al parecer, llevaba al menos tres días consumiendo licor, aprovechando que se encontraba en vacaciones.

Actualmente, la menor se encuentra en estado crítico bajo vigilancia médica intensiva. Por su parte, Durán fue remitido a un centro asistencial por presentar un posible cuadro de crisis emocional, mientras la Fiscalía avanza en la judicialización del caso.