El uniformado, miembro de la Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden, había viajado para cuidar a su mamá enferma. El crimen se da en medio del aumento de ataques contra la Policía por el plan pistola del Clan del Golfo.

La violencia contra la fuerza pública sigue cobrando vidas en Colombia. Esta vez, la tragedia tocó a la familia del patrullero Luis Andrés Camaño, quien fue asesinado en la sala de la casa de su madre, en Sahagún, Córdoba, donde había llegado a pasar unos días para acompañarla en su enfermedad.

El uniformado, adscrito a la Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO), anteriormente conocida como el ESMAD, había solicitado un permiso especial para salir de su servicio en Cartagena y estar junto a su familia. Vistiendo ropa de civil y en medio de un momento de descanso, fue sorprendido por un sicario que irrumpió en la vivienda y le disparó a quemarropa.

Camaño cayó muerto al instante, sin posibilidad de defensa, en los brazos de su madre, quien entre gritos desesperados pedía ayuda, aunque ya nada podía hacerse: su hijo había perdido la vida.

El crimen, que conmociona a Sahagún y al país, ocurre en un contexto de creciente riesgo para los miembros de la Policía, luego de que el Clan del Golfo anunciara la activación del llamado «plan pistola», que ha dejado una seguidilla de ataques mortales contra uniformados en distintos departamentos.

Por ahora, las autoridades trabajan para esclarecer los móviles del asesinato y confirmar si este hecho violento está relacionado con esa ofensiva criminal.