El departamento acumula 1.933 casos de dengue este año, con un 58% de pacientes con signos de alarma y cuatro fallecidos. Los niños y jóvenes entre 0 y 19 años concentran tres de cada cuatro contagios, mientras Santa Marta se convierte en el epicentro de la crisis.

Este año el dengue está golpeando sin piedad al Magdalena. Las cifras que entregó el Instituto Nacional de Salud (INS) con corte del 16 de noviembre encendieron de nuevo las alarmas: 1.933 contagios, cuatro fallecidos —dos ya confirmados y dos en estudio— y una tendencia que deja claro que el mosquito Aedes aegypti está avanzando con una agresividad que no se veía hace años.

Lo más crítico es a quién está atacando. Los menores de edad, niños y jóvenes entre los 0 y 19 años, son el rostro más vulnerable de esta emergencia. En ese rango se registran 1.436 casos, lo que equivale al 75% del total de contagios. Tres de cada cuatro enfermos están en edad escolar o en la primera etapa de la juventud. El golpe emocional en las familias es profundo; el golpe epidemiológico, aún mayor.

Un virus que avanza más rápido que la respuesta

De los más de mil novecientos casos en el Magdalena, 1.124 presentan signos de alarma, es decir, síntomas que requieren vigilancia estricta y atención oportuna. 890 personas han terminado hospitalizadas y 19 casos ya fueron clasificados como dengue grave, una condición que puede derivar en fallas orgánicas o muerte si no se actúa a tiempo.

El informe indica que la capital del Magdalena registra dos fallecimientos por dengue dentro de los 413 casos reportados.
Igualmente van 175 hospitalizaciones, seis casos graves y 229 con signos de alarma.

La capital, Santa Marta, concentra la mayor carga por ser la ciudad más poblada del departamento. Clínicas y hospitales están recibiendo diariamente un flujo sostenido de pacientes con fiebre alta, dolor abdominal, vómito y síntomas que en muchas ocasiones evolucionan de forma abrupta. El temor más grande del personal médico es que el virus avance más rápido que la capacidad hospitalaria.

La urgencia de frenar los criaderos

La alerta no solo la dan las autoridades locales. Desde Takeda Colombia, Adriana Méndez, gerente general, advierte que el foco debe ampliarse:
“Eliminar criaderos o usar repelentes es importante para prevenir el dengue. Estas medidas se deben complementar con la vacunación, una herramienta que nos permite reducir el impacto de esta enfermedad y proteger a las comunidades más vulnerables”, señaló.

Lea también : Urgente: advierten aumento significativo de dengue en varios sectores de Santa Marta

Y es que el panorama lo exige. En muchos barrios del departamento, el agua estancada, recipientes a la intemperie y la falta de control continúan siendo terreno fértil para que el mosquito siga multiplicándose.

Con cuatro muertos y casi dos mil contagios, el departamento enfrenta una crisis que crece en silencio, pero que ya está dejando un impacto claro en las familias. Cada número de la tabla epidemiológica es una casa en vilo, una familia pendiente de síntomas, un niño esperando turno en urgencias.

Lo que ocurra en las próximas semanas será decisivo. Si la tendencia continúa al alza, el Magdalena podría enfrentar uno de los brotes más severos de los últimos años. Y mientras el mosquito sigue haciendo estragos, las autoridades y la comunidad intentan, a contrarreloj, evitar que los casos graves sigan aumentando y que más familias entren en duelo.

El dengue no da tregua. Y el departamento empieza a resentirlo.