Un hombre fue asesinado por alguien que consideraba su amigo. El crimen, registrado por una cámara de seguridad, reveló la frialdad con la que se ejecutó el ataque y dejó en evidencia que había confianza entre víctima y victimario. Un posible desacuerdo por dinero habría sido el detonante.

Apenas habían pasado unos minutos del saludo. Se dieron la mano como si fueran viejos conocidos. Cruzaron algunas palabras en voz baja, como lo hacen quienes comparten un secreto o un negocio. Nada parecía fuera de lo normal. Pero segundos después, el ambiente cambió por completo.

El hombre que llegó caminando con otro, sacó un arma y, sin mediar palabra, disparó a quemarropa. Su objetivo era claro. Cayó su víctima, un hombre de 45 años, en plena calle 71H con carrera 3BN, del barrio Oasis de Comfandi. El video del asesinato, captado por una cámara de seguridad y difundido en redes sociales, muestra con crudeza cómo un gesto de confianza terminó en una ejecución fría.

Quienes estaban allí no alcanzaron a reaccionar. Algunos corrieron despavoridos. Otro quedó paralizado, procesando lo que acababa de pasar frente a sus ojos. Uno, en particular, no huyó. Se quedó mirando el cuerpo tendido en el suelo. Su testimonio podría ser clave para reconstruir la escena y entender por qué lo mataron.

De acuerdo con las primeras versiones, entre la víctima y su verdugo existía una relación de confianza. No era la primera vez que se veían. De hecho, la naturalidad del saludo entre ambos hizo que nadie sospechara lo que estaba a punto de suceder. Versiones no oficiales apuntan a un conflicto por la repartición de dinero proveniente de un negocio entre ambos. Un desacuerdo que habría pasado del reclamo al homicidio.

La Policía llegó minutos después. Aseguró el lugar, recolectó pruebas, tomó registros de las cámaras cercanas y entrevistó a los pocos testigos dispuestos a hablar. Aunque el agresor huyó junto a su acompañante, su rostro quedó registrado con nitidez en el video.

“Lo saludó como si nada, como si fueran amigos de toda la vida. Y después lo mató. Así, sin pensarlo dos veces. Fue un golpe duro para todos los que vimos eso”, contó un residente del sector.

El crimen ha generado conmoción en la comunidad.

Las autoridades continúan con la investigación. El barrio, mientras tanto, guarda silencio. En cada esquina, el mismo comentario se repite: “lo mató su propio amigo”.