Le regaló flores a su mujer y horas después la asesinó en ataque de celos 


El hombre leyó un comentario en las redes sociales de su pareja en el post donde aparecía ella luciendo con orgullo las flores que le regaló. Esta situación desencadenó un ataque de celos que lo llevó a causarle la muerte. 

La última imagen de Magnolia de Jesús Rivera Londoño en redes sociales la muestra sonriente, sosteniendo con ternura un ramo de flores. A su lado, Héctor León Cañas Atehortúa, su pareja, la acompaña en la fotografía.
Un instante congelado en el tiempo, donde la felicidad parecía sincera. Unas horas después, Magnolia yacía muerta en su propia casa, con 25 heridas de arma blanca en el cuerpo. El hombre que le regaló las flores ahora es señalado como su asesino.

Una ilusión marchita

Magnolia tenía 53 años y una vida llena de ilusiones. Era madre de una mujer ya adulta y disfrutaba los pequeños gestos que iluminaban sus días, como ese ramo que recibió el sábado. Orgullosa, lo compartió en redes sociales sin imaginar que aquel post, que parecía inofensivo, despertaría en su pareja el monstruo de los celos.

Esa madrugada, en la vivienda de la carrera 52 con calle 39A del barrio San Isidro, en Itagüí, la historia de amor se transformó en horror. Una discusión que pudo ser como cualquier otra se tornó violenta. Primero, los gritos; luego, los golpes. Y finalmente, el filo de un cuchillo destrozando cualquier vestigio de vida. Magnolia no tuvo escapatoria.

Su hija, preocupada al no recibir respuesta a sus llamadas, decidió ir a la casa. Al entrar, el silencio era sepulcral. Sobre el suelo, el cuerpo sin vida de su madre. A su lado, Héctor León, gravemente herido con cortes en el abdomen y en las muñecas. Un intento fallido de acabar con su propia vida.

El hombre que la amaba… y la mató

Jorge Gómez, yerno de Magnolia, describió a Héctor León como un hombre posesivo, celoso, que la buscaba constantemente, aunque nunca había mostrado signos de violencia física. “Problemas no había habido todavía”, dijo. “Pedimos que se haga justicia porque el hombre también se lesionó, pero está vivo en este momento”.

El ataque de celos habría sido detonante de la tragedia. Un simple comentario en redes sociales sobre sus flores encendió la furia de Héctor León, quien pasó de la rabia a la violencia en cuestión de minutos.

Mientras Magnolia era velada por su familia, Héctor León se debatía entre la vida y la muerte en la Clínica Antioquia de Itagüí, bajo estricta custodia policial. Si sobrevive, enfrentará un proceso por feminicidio agravado.

Las flores que Magnolia recibió con ilusión ahora se han marchitado. Su última publicación en redes, una sonrisa que transmitía alegría, es hoy un símbolo de lo que no pudo ser. De un amor que se transformó en tragedia. De una vida que se apagó por el egoísmo y la violencia.


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