
Le pidió matrimonio y luego la mató: el trágico final de Sandra Zambrano
El amor se convirtió en obsesión y terminó en tragedia. Ferney Rodríguez le propuso matrimonio a su pareja, pero cuando ella decidió alejarse, él la asesinó.
La historia de Ferney Rodríguez Serrato y Sandra Patricia Zambrano López pudo haber sido distinta. Hubo amor, hubo promesas, hubo un futuro imaginado juntos. Pero también hubo una sombra que lo cubrió todo: el alcohol y los celos, una combinación que llevó a la tragedia.
Ferney y Patricia se amaron. Tanto, que él le pidió matrimonio con lágrimas en los ojos, y ella, a pesar de conocer los demonios que lo atormentaban cuando bebía, aceptó. Tal vez creyó que el amor podría cambiarlo, que con el tiempo él aprendería a controlar sus impulsos. Pero la realidad fue otra.
Los problemas llegaron como ráfagas de viento, cada vez más intensas. Ferney no aceptó su problema con el alcohol, y su carácter cambió con cada trago. Patricia, cansada de la incertidumbre y el dolor, decidió dar un paso al costado. Canceló la boda y puso fin a la relación. Pero Ferney no podía concebir una vida sin ella. La insistió, le suplicó, le hizo promesas que nunca pudo cumplir.
Y Patricia, que aún lo quería, cedió en varias ocasiones. Aceptó verlo. Quizás en el fondo tenía la esperanza de que él cambiara. O tal vez, simplemente, quería creer en aquel hombre que, sobrio, le decía que la amaba.
Fue en una de esas citas que la historia llegó a su desenlace fatal. Se encontraron el 26 de febrero en una zona rural de Timaná, y más tarde llegaron juntos hasta el puente del Zanjón Colorado. Ferney estaba ebrio, sus celos lo devoraban. Discutieron. Perdió el control. La golpeó en la cabeza y, cuando ella cayó al suelo, la asfixió hasta quitarle la vida.
Cuando la noticia se conoció, la comunidad quedó en shock. No era solo otra historia de amor frustrado, era un feminicidio.
La Gobernación del Huila repudió el crimen y exigió justicia. La secretaria de la Mujer, Madeleine Pantoja Ramírez, solicitó medidas para evitar que más mujeres sean víctimas de la violencia de género.
Ahora, Ferney Rodríguez Serrato está en prisión, imputado por feminicidio agravado. Patricia, en cambio, nunca podrá contar su versión. Sus dos hijos han quedado sin madre.
Lo que comenzó con una promesa de amor terminó en tragedia. Un futuro roto. Un amor que, en lugar de salvar, terminó matando.
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