El alcalde de Santa Marta, Carlos Pinedo Cuello, decidió remover de su cargo al secretario de Seguridad, coronel (r) Gustavo Berdugo, en medio de un panorama crítico en materia de orden público. Otros tres altos funcionarios también salieron en lo que el mandatario llamó una “oxigenación” de su equipo a mitad de gobierno.

El gabinete distrital de Santa Marta se estremeció esta semana con una serie de movimientos que dejaron por fuera a cuatro de sus miembros más visibles. La salida que más ruido ha generado es la del coronel (r) Gustavo Berdugo, quien hasta ahora ocupaba la Secretaría de Seguridad.

Aunque desde la Alcaldía no se ofreció una versión oficial sobre los motivos de su retiro, en los pasillos políticos se da por sentado que la decisión responde a los resultados insuficientes en materia de seguridad.

Finales de 2024 y 2025 ha sido un año marcado por asesinatos selectivos, extorsiones y robos que han golpeado la tranquilidad de los samarios.

Berdugo, quien llegó al cargo con la expectativa de contener la criminalidad, no logró llenar las expectativas del mandatario ni de la ciudadanía. Por ello, el alcalde Pinedo optó por poner punto final a su labor, apostando a que un nuevo funcionario asuma las riendas con planes más efectivos para contrarrestar la delincuencia.

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La movida no se quedó solo en Seguridad. También se oficializó la salida de Marcel Sierra de la Secretaría de Cultura, aunque continuará al frente de la Gerencia de la ciudad; Rigoberto García Guillot dejó la Dirección de Tecnologías de la Información y Comunicaciones; y Rafael Rojas Matos salió de la Dirección Jurídica.

De acuerdo con fuentes directas de la administración distrital, la decisión hace parte de una “oxigenación” del equipo de gobierno, una práctica habitual cuando las gestiones llegan a su punto medio. Para Pinedo, la idea es dar un nuevo aire a su mandato con caras frescas que fortalezcan las áreas clave.

Lo cierto es que, en el caso de Berdugo, el reto para su sucesor será monumental: frenar la ola de violencia que sigue dejando víctimas en Santa Marta y devolverle la confianza a una ciudadanía cansada de vivir con miedo.