La última foto: niños sonríen antes de ser arrastrados por creciente súbita que dejó cinco muertos


Sonreían y jugaban en el agua. Minutos después, la creciente súbita arrastró a cinco miembros de una misma familia. La reacción de vecinos que se lanzaron al río evitó una tragedia aún mayor.

Una imagen que hoy duele. La fotografía es clara: niños sonrientes, chapoteando en el río Salazar, mientras las madres los observan. Nadie podía anticipar que, en cuestión de minutos, la corriente se convertiría en una trampa mortal. Hoy esa imagen recorre Salazar de las Palmas como un recordatorio del instante en que la alegría se transformó en horror.

El golpe inesperado del agua

La creciente súbita sorprendió a todos. En segundos, las aguas arrastraron a Mariela Cristancho Bautista (33), Gloria Patricia González (46), Rudi Esperanza Gauta (50), Isabela Velandia Cristancho (10) y Danny Stiwarth Burbano Gauta (11), todos de una misma familia.

Al ver a sus hijos ser llevados por la corriente, las madres se lanzaron sin pensar. Su valentía fue vencida por la fuerza del agua. Murieron intentando salvarlos.

Vecinos que se jugaron la vida

Antes de que llegara el primer socorrista, un grupo de hombres se metió al río. No tenían cuerdas, chalecos ni entrenamiento. Solo coraje. Formaron cadenas humanas, lucharon contra la corriente y lograron sacar a varios menores que ya estaban siendo arrastrados.

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“Uno no piensa, solo actúa. Había que ayudarlos como fuera”, dijo uno de ellos, aún con el temblor en la voz.

Una tragedia que pudo ser peor

Los sobrevivientes reconocen que sin esa reacción espontánea, el número de muertos sería mucho mayor. Incluso, tres de estos hombres continuaron ayudando cuando llegaron los organismos de socorro, recuperando los cuerpos de las víctimas.

Luto y orgullo en el pueblo

Salazar de las Palmas llora la pérdida de cinco vidas, pero también siente orgullo por el heroísmo de sus habitantes. La imagen tomada antes de la tragedia se ha vuelto símbolo de lo efímera que puede ser la felicidad y de cómo, en segundos, la solidaridad puede salvar vidas.


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