Tras cinco jornadas de cónclave en el Vaticano, los cardenales eligieron al cardenal Robert Prevost como el Papa número 267 de la Iglesia Católica. De origen estadounidense y con nacionalidad peruana, el nuevo pontífice adoptó el nombre de León XIV.

Este jueves 8 de mayo, a las 11:08 a. m. (hora de Colombia), el mundo católico fue testigo de un momento histórico: el humo blanco emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, anunciando que la Iglesia Católica tiene nuevo líder. Minutos después, las campanas de la Basílica de San Pedro repicaron con fuerza para confirmar la elección del nuevo Papa

El elegido fue el cardenal Robert Francisco Prevost, originario de Chicago, Estados Unidos, y quien también ostenta la nacionalidad peruana desde 2015, tras años de servicio religioso en el país andino. Con 69 años de edad, Prevost ha sido una figura destacada en el clero por su cercanía con las comunidades, su formación teológica y su experiencia pastoral en América Latina.

Durante el cónclave, en el que participaron los 133 cardenales electores habilitados, Prevost se perfilaba como uno de los nombres más sólidos y con amplio respaldo dentro de la Curia. Su elección se concretó en la quinta jornada de votaciones, después de tres intensos días de deliberaciones dentro de la Capilla Sixtina.

Desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el nuevo pontífice se presentó ante miles de feligreses que colmaron la Plaza de San Pedro y a millones que seguían la transmisión alrededor del mundo. Con voz firme, anunció que su nombre pontificio será León XIV, en honor a la tradición reformista y pastoral de los anteriores papas que llevaron ese nombre.

León XIV inicia su pontificado en un momento de grandes desafíos para la Iglesia: la necesidad de renovación interna, la crisis de fe en muchos sectores del mundo occidental, y el fortalecimiento del mensaje social y espiritual en regiones emergentes. Su experiencia intercultural y su formación tanto en Estados Unidos como en América Latina podrían marcar un nuevo enfoque en la conducción del Vaticano.

El mundo ahora observa con expectativa los primeros pasos de León XIV como nuevo líder espiritual de más de 1.300 millones de católicos en el planeta.