La familia de Samuel vive una pesadilla: el niño murió en paseo de la muerte y ahora hasta dinero del sepelio cayó en manos equivocadas


El menor de 11 años fue rechazado en varias clínicas de Santa Marta mientras se retorcía de dolor, y cuando por fin lograron una atención médica ya no había posibilidad de salvarlo. En plena tragedia, la familia sufrió otro golpe: los $270 mil pesos recolectados para el sepelio fueron enviados por error a un número equivocado y la persona que los recibió se niega a devolverlos.

La familia de Samuel García no tiene un solo minuto de calma desde el lunes por la noche. Todo comenzó cuando el niño, de apenas 11 años, empezó a quejarse por un fuerte dolor abdominal que empeoraba con cada hora. Su madre lo llevó primero a un centro de salud donde lo revisaron por encima y al notar su queja constante por el dolor lo remitieron al Hospital Julio Méndez Barreneche.

Desde ahí, el calvario avanzó sin freno.

En el hospital y en las clínicas donde buscaron desesperadamente atención, escucharon la misma frase, repetida como un portazo en la cara:

No hay camas, llévenlo a otro lado”.

Samuel lloraba, perdía fuerza, se recostaba en el regazo de su mamá tratando de aguantar un dolor que nadie quiso revisar a fondo. Lo trasladaron de una institución a otra. Fueron tres en total. Tres negativas.

Tres veces empujados hacia la calle sin una respuesta.

Cuando por fin lograron que lo recibieran en una última clínica, ya era tarde. No hubo tiempo de exámenes, diagnósticos ni explicaciones. La vida de Samuel se apagó ahí, después de un recorrido indigno que su familia jamás podrá olvidar.

La madre todavía no sabe qué tenía su hijo. Nadie alcanzó a decirle nada.

La tragedia no terminó: el dinero del sepelio cayó en manos ajenas

Pero cuando creyeron que ya no podía ocurrir nada peor, llegó otro golpe. Los allegados reunieron donaciones para ayudar con los gastos del sepelio. Eran $270 mil pesos, dinero recogido entre vecinos, familiares y amigos que querían aportar algo en medio del dolor.

En la confusión de la urgencia, un número mal digitado cambió el rumbo del dinero. La plata fue enviada por error a un celular que no correspondía.

Al darse cuenta, la familia revisó la transacción, identificó el número equivocado e intentó contactar a quien recibió los recursos. Le explicaron la situación, le pidieron que por favor devolviera el dinero destinado al entierro del niño.

La respuesta fue el silencio. Luego, el bloqueo.

Una familia sin duelo, sin respuestas y sin descanso

La familia de Samuel vive un duelo sin tregua:
—No saben qué enfermedad lo estaba matando porque nadie lo atendió a tiempo.
—No han podido pagar con tranquilidad el sepelio porque el dinero se perdió.
No encuentran humanidad ni en el sistema de salud que los rechazó, ni en la persona que se quedó con un dinero que no era suyo.

“No queremos pelea, solo pedimos que nos devuelvan lo que no era para ustedes”, dicen entre lágrimas.

Un llamado desesperado

Ahora claman a la comunidad para que el caso llegue a quien recibió el giro. No buscan exponerlo ni perseguirlo, solo apelar a su conciencia.

El dinero que le pertenece a esa persona por error, para esta familia significa poder despedir a Samuel con dignidad.

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La pesadilla de esta familia no termina. Y lo único que piden —después de que les arrebataron a Samuel y les fallaron en cada puerta— es un poco de humanidad.


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