El empresario expresó sentir una fuerte enfermedad respiratoria que lo obliga a mantenerse internado en una clínica.
Allan Scalzo Gómez, conocido ahora como Vicente Oliva Gómez a pesar de haber sido capturado hace ya quince días, aún no se ha decidido si será encarcelado mientras enfrenta cargos por el homicidio del bananero Haled Yamal Saghair.
A Oliva se le imputaron los delitos de homicidio y porte ilegal de armas, y aunque su detención fue legalizada, la tercera diligencia judicial ha sido pospuesta repetidamente debido a las constantes solicitudes de aplazamiento por parte de su abogado, Alex Fernández Harding.
Conocido por su habilidad para alargar procesos judiciales y evitar la cárcel para sus clientes, Fernández ha empleado estrategias similares en otros casos, como el del empresario Enrique Vives, quien fue judicializado por arrollar en su camioneta a siete jóvenes.
En un intento más de evitar la prisión para su cliente, este viernes, horas antes de la audiencia de medida de aseguramiento, Fernández trasladó a Oliva de la cárcel a la clínica La Castellana en Santa Marta, alegando problemas de salud.
Según el abogado, Allan Scalzo sufrió una disminución en su saturación respiratoria, lo cual justificó su internación: “Su saturación respiratoria empezó a descender, ellos consideraron trasladarlo al centro médico transitorio La Castellana en la ciudad de Santa Marta. No se trata de una circunstancia relacionada con estrés”, argumentó Fernández.
A pesar de estas maniobras, la audiencia se llevó a cabo con Scalzo participando de manera virtual desde la clínica.
La jueza Olmis Cotes, encargada del caso, declaró que se evaluará el estado de salud del imputado para determinar si debe permanecer en la clínica. La decisión sobre la medida de aseguramiento se pospuso para el próximo martes 4 de junio.
La defensa del empresario busca que su cliente enfrente el proceso judicial desde un centro asistencial o su residencia, evitando así la cárcel.
Fernández Handing insiste en que su cliente es inocente y está dispuesto a colaborar con las autoridades. Refutó las acusaciones de la Fiscalía sobre el alquiler de un apartamento frente a la casa de Saghair para seguirlo antes de su asesinato, afirmando que la ubicación del apartamento estaba a más de 150 metros y respondía a razones empresariales.
El móvil del asesinato, según la Fiscalía, sería una venganza personal. Allan Scalzo es señalado de haber ordenado el asesinato del bananero Saghair debido a una relación extramatrimonial entre él y la esposa de Scalzo, Martha Olarte Coronado, quien actualmente lo acompaña en la clínica.