El 2024 cerró con 131 víctimas fatales, un aumento del 14%. Las motocicletas siguen siendo protagonistas de la tragedia.
Las sirenas suenan de nuevo. Un cuerpo yace sobre el asfalto, junto a una motocicleta destrozada. La escena se repite con alarmante frecuencia en Santa Marta, donde el 2024 cerró con una cifra escalofriante: 131 muertes en accidentes de tránsito, la mayoría de ellas protagonizadas por motociclistas que, con su imprudencia, han convertido las calles en escenarios de tragedia.
El 2025 apenas comienza y la tendencia parece no cambiar. En los últimos días, se han registrado nuevos siniestros fatales que confirman una triste realidad: las advertencias no han sido suficientes y el asfalto sigue cobrando vidas.
Según el informe de Santa Marta Cómo Vamos, el año pasado la ciudad alcanzó una tasa de mortalidad de 23,3 fallecimientos por cada 100 mil habitantes, la más alta entre las 23 principales capitales del país.
Un problema que se agrava cada año
Los números no mienten. En 2024, las muertes por accidentes de tránsito aumentaron un 14% en comparación con 2023, cuando se registraron 115 fallecidos. Pero lo más preocupante es que el 66% de las víctimas fatales eran motociclistas: 87 personas que salieron de casa sin imaginar que jamás volverían.
La velocidad excesiva, la falta de respeto por las normas de tránsito y el uso irresponsable de las vías son las principales causas de estas tragedias. No importa cuántas campañas de concienciación se realicen, cuántos controles de tránsito se implementen, ni cuántas historias de dolor llenen los noticieros. La imprudencia sigue ganando la partida.
Familias destrozadas y una ciudad en crisis
Detrás de cada cifra hay una historia de luto. Madres que esperan en vano el regreso de sus hijos, niños que crecen sin un padre, familias enteras que quedan sumidas en la tristeza por una muerte que pudo evitarse. El drama se repite con cada motociclista que pierde el control en una curva, que adelanta sin precaución o que conduce sin respetar los semáforos.
Además de las muertes, el número de lesionados también es alarmante: 554 personas resultaron heridas en 2024, muchas de ellas con secuelas de por vida. En los últimos tres años, ya son 1.648 los lesionados por accidentes de tránsito en la ciudad, una cifra que sigue en aumento sin que se vean soluciones efectivas.
Las autoridades han insistido en la necesidad de una acción coordinada entre el sector público, el privado y la sociedad civil para frenar esta crisis. Pero mientras no haya un compromiso real por parte de los propios motociclistas, la situación difícilmente mejorará.
El llamado es claro: Santa Marta no puede seguir encabezando la lista de ciudades con más muertos en las vías. Es urgente que los conductores entiendan que la seguridad vial no es solo responsabilidad de las autoridades, sino de cada persona que se sube a una moto y decide cómo conducir.
Mientras tanto, las sirenas seguirán sonando y el pavimento seguirá siendo el destino final de quienes creen que la imprudencia es solo un juego.