Joven pescaitero que confesó robo de motocicletas en video terminó acribillado en Soledad


El samario que días atrás había aparecido en una grabación agradeciéndole la vida a las Autodefensas Conquistadores de la Sierra tras ser retenido por robo de motos, fue asesinado cuando caminaba por una calle en Soledad, Atlántico. Su confesión pública lo habría sentenciado.

El barrio La Floresta, en Soledad, Atlántico, fue escenario de un crimen que expone la crudeza de las retaliaciones en la Costa Caribe. Allí fue asesinado Jorge Eliezer Rojas, un joven oriundo de Pescaíto, Santa Marta, que esta misma semana había aparecido en un video difundido en redes sociales, agradeciéndole a las Autodefensas Conquistadores de la Sierra por haberle perdonado la vida.

En esa grabación, Rojas —rapado, sin cejas y con el rostro delatando un visible castigo— reconoció haber robado al menos cinco motocicletas en diferentes barrios de Santa Marta y hasta en un supermercado. Además, delató a otras personas que lo habrían acompañado en los hurtos y a quienes recibían los vehículos robados. La escena, que pretendía mostrar arrepentimiento, terminó convirtiéndose en una sentencia de muerte.

Por el temor a represalias, Jorge no regresó a su natal Pescaíto. Decidió trasladarse a Soledad, Atlántico, buscando refugio. Pero sus perseguidores no tardaron en ubicarlo. Según testigos, caminaba solo por una calle del barrio La Floresta cuando dos hombres en moto lo interceptaron. Sin mediar palabra, le dispararon varias veces en la cabeza y huyeron.

La noticia del asesinato circulo rápidamente en Santa Marta, especialmente en su barrio de origen, donde el joven era conocido. Su muerte pone en evidencia la peligrosa dinámica de castigos y venganzas que imponen los grupos armados en la región, y cómo una confesión pública, hecha bajo presión, se convirtió en su pasaporte directo a la tumba.


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