La joven de 22 años, cayó desnuda desde un apartamento en Barranquilla. Aunque su esposo, también policía, asegura que fue un suicidio bajo los efectos del alcohol, sus familiares dudan de esta versión y exigen una investigación a fondo.

Una madrugada trágica se vivió en el conjunto residencial ubicado en el sector de Caribe Verde, en Barranquilla. María Alejandra Guerrero Montiel, patrullera de 22 años, cayó desde el quinto piso de su apartamento y, pese a ser trasladada de urgencia a un centro asistencial, murió debido a la gravedad de sus heridas.

De acuerdo con la versión de su esposo, también oficial de la Policía Nacional, ambos estaban compartiendo en casa mientras ingerían cervezas. Según relató, luego de beber decidieron irse a dormir; ella estaba desnuda y él asegura haberse quedado dormido. Momentos después, la vio sentada en la ventana en circunstancias que no supo explicar.

Al percatarse de la situación, intentó intervenir pensando que podría tratarse de un intento de suicidio, pero en medio de un forcejeo la joven terminó lanzándose al vacío, según sostiene el hombre en su testimonio.

Guerrero Montiel fue hallada gravemente herida y sin ropa en el piso del conjunto, donde los vecinos, alarmados por la escena, alertaron a las autoridades. Aunque los primeros indicios apuntan a que la patrullera estaba bajo los efectos del alcohol y se trataría de un suicidio, las autoridades adelantan investigaciones para determinar las causas reales de su caída. El dictamen de Medicina Legal será clave para esclarecer si fue un acto voluntario o si hubo intervención de terceros.

Los residentes del sector han señalado que no conocían conflictos previos entre la pareja. No obstante, la familia de María Alejandra se resiste a aceptar la versión entregada por su esposo. Afirman que era una mujer alegre, sin señales de depresión o problemas personales, por lo que dudan que haya decidido atentar contra su propia vida.

Sus seres queridos piden a las autoridades que investiguen a fondo y no descarten ninguna hipótesis hasta esclarecer los hechos. “Queremos justicia y la verdad sobre lo que pasó”, expresaron, visiblemente afectados.

Mientras tanto, en Caribe Verde persiste la conmoción por la trágica muerte de la joven patrullera, que hoy enluta a su familia en Barranquilla.