El joven, padre de dos hijos, salió en la noche del domingo y nunca regresó. Su asesinato sigue siendo un misterio.

El domingo en la noche, Jeison Pérez salió de su casa con un solo propósito: llevar a su novia hasta su hogar, al menos eso señaló cuando partió. 

Efectivamente la acompañó y se despidió de ella, sin imaginar que sería el último beso. Después de eso, su rastro se perdió y su celular no contestó más llamadas.

Las horas pasaron y la incertidumbre comenzó a crecer entre sus familiares. No era normal que Jeison no contestara el teléfono ni que tardara tanto en regresar. Pero la desesperación se convirtió en tragedia cuando, en la madrugada, el teléfono sonó con la peor noticia: lo habían encontrado tirado en una zona boscosa de Altos de Bahía Concha en Santa Marta. Al lado de él su motocicleta, lo que hace suponer en primera instancia que pudo haberse accidentado.

Todavía tenía vida, por lo que fue llevado a una clínica por personas que lo vieron, pero minutos después falleció.

Nadie entiende cómo llegó hasta allí ni que le pasó. Su familia, destrozada, no halla respuestas. 

Jeison, un hombre joven, deja atrás dos hijos pequeños que ahora crecerán sin su presencia.

En redes sociales, el dolor se ha convertido en palabras de despedida. Su prima, Maiira Pérez, expresó la angustia que embarga a su familia: “Ay primito hermano, te nos fuiste de repente, qué dolor tan grande. Ya los Pérez no seremos lo mismo sin ti. Te amaremos por siempre”.