
Joven de 25 años asesinó a sus padres y está prófugo
El crimen ocurrió alrededor de las 5:00 a. m. cuando los gritos de las víctimas alertaron a los vecinos. El sospechoso huyó y la comunidad exige justicia.
José Luis Perdomo Sánchez y Sonia Wehdeking, una pareja conocida por su amabilidad y años de residencia en el barrio Kirpas de Villavicencio, fueron brutalmente asesinados dentro de su propia casa.
Lo que nadie podía imaginar es que el presunto responsable de la tragedia era su propio hijo, Juan David Perdomo Wehdeking, de 25 años.
La escena del crimen
Cuando la Policía llegó al lugar tras el llamado de los vecinos, la escena era espeluznante. Dentro de la vivienda, los cuerpos de José Luis y Sonia yacían sin vida con muchas heridas de cuchillo. La brutalidad del ataque dejó a los uniformados sin palabras. Mientras tanto, Juan David, el principal sospechoso, ya no estaba. Testigos afirman que huyó en un carro blanco con rumbo desconocido.
El desconcierto se convirtió en temor. ¿Qué pudo haber llevado a un joven a asesinar a las personas que le dieron la vida? La pregunta quedó flotando en el aire, sin respuesta.
Un barrio en shock
El barrio Kirpas no es ajeno a los problemas de seguridad que aquejan a Villavicencio, pero lo ocurrido esa madrugada no se compara con nada. Los vecinos, que alguna vez vieron crecer a Juan David como un muchacho tranquilo, hoy no pueden comprender cómo se convirtió en el autor de semejante atrocidad.
—Los escuchamos gritar, pero cuando llegaron las autoridades ya era tarde… —cuenta con voz entrecortada una vecina que prefirió no revelar su nombre.
Las calles amanecieron enmudecidas, el rumor del crimen recorrió el barrio como una sombra. Nadie podía creerlo, nadie quería aceptarlo.
La cacería de un fugitivo
Desde el momento en que se confirmó su identidad como el presunto homicida, las autoridades desplegaron un plan candado para dar con su paradero. Hasta ahora, no hay rastro de Juan David.
Mientras la Policía intensifica su búsqueda, los habitantes de Villavicencio exigen justicia. Las redes sociales estallaron con mensajes de indignación y dolor. Algunos piden la captura inmediata del joven, otros intentan encontrar alguna explicación en su pasado, en su comportamiento, en su relación con sus padres.
Pero lo cierto es que, más allá de conjeturas y preguntas sin respuesta, la familia Perdomo Wehdeking quedó destruida. Y el barrio Kirpas, marcado para siempre por el eco de los gritos de esa madrugada de horror.
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