El indigente molesto lo atacó por la espalda propinándole una herida mortal en el cuello. Su madre llegó al lugar destrozada sin poder creerlo. 

De un almacén veterinario del barrio Villa Paula, en Itagüí, salía Esteban Yepes Palacio, quien estaba recién graduado del colegio El Rosario, y disfrutaba de un paseo con su perro cuando se cruzó con un habitante de calleidentificado como William de Jesús Cadavid, de unos 70 años.

El hombre le pidió una moneda. Al no recibir respuesta, se devolvió y, sin mediar palabra, lo atacó por la espalda con un cuchillo, asestándole una puñalada en el cuello. La herida le abrió una vena principal.

“No entendía qué pasaba”

Testigos narraron que Esteban alcanzó a correr unos metros, confundido y con las manos en el cuello intentando detener la hemorragia. Pidió ayuda, pero la gravedad de la herida lo hizo desplomarse en el lugar. Los transeúntes llamaron a emergencias, pero nada pudo salvarlo.

Minutos después, su madre llegó a la escena. La mujer, en shock, no podía creer que el hijo al que había despedido minutos antes ahora yacía en el suelo. “Estaba lleno de sueños, no hacía daño a nadie”, repetía, mientras familiares y vecinos intentaban consolarla.

De Concordia a Itagüí, un joven querido
Esteban había nacido en Concordia, Suroeste antioqueño, y se había mudado con su familia a Itagüí hace unos años. Era apreciado por su carácter amable y respetuoso. Aunque ya vivía en la ciudad, solía volver a su pueblo natal para visitar a familiares y amigos.

La noticia de su asesinato provocó una ola de mensajes de pesar en redes sociales, tanto en Itagüí como en Concordia. Su nombre ahora se suma a la lista de víctimas de la violencia absurda que sacude las ciudades colombianas.

Captura del agresor

Tras el ataque, las cámaras de seguridad permitieron a las autoridades seguir el rastro del agresor. Fue detenido bajo el Puente Fundadores, en Envigado, cerca de los límites con Itagüí. Ahora enfrenta cargos por homicidio agravado.

La indignación ciudadana se hizo sentir de inmediato. Organizaciones y ciudadanos piden la pena máxima para el responsable. “No puede quedar impune. Mató a un joven por nada, y ahora dirán que tiene derecho a comer en la cárcel”, comentaban en redes sociales.