Joven de 19 años estaba feliz de conseguir su primer empleo fue a celebrar y se mató en moto


Acababa de terminar sus prácticas técnicas en un hotel de Bocagrande y había sido contratada oficialmente. Horas antes de iniciar su primer día laboral, murió en un accidente de moto en la subida a El Nazareno, en Cartagena. Iba emocionada, ilusionada, con ganas de ayudar a su madre. Hoy su familia solo tiene dolor.

El primer día de trabajo de Nubia Isabel Cardona nunca llegó. La joven cartagenera de 19 años, quien apenas dos días antes había celebrado su contratación formal en un hotel de Bocagrande, falleció en la madrugada del domingo 20 de julio en un accidente de tránsito que le truncó la vida, los sueños y la promesa que le hizo a su madre: ayudarla con su primer salario.

Era técnica en gestión de calidad, egresada del SENA, y había hecho sus prácticas en ese mismo hotel donde, por mérito, le ofrecieron el contrato. El viernes 19 de julio había sido un día inolvidable: se despidió de los instructores, recibió la noticia oficial del empleo y por la noche invitó a sus padres a cenar para agradecerles y compartir su alegría. Estaban felices. Nubia estaba dando el primer paso para convertirse en profesional, y para ayudar en casa.

—Me abrazó y me dijo: “mami, ya vas a ver que te voy a ayudar, esto es solo el comienzo” —relata su madre entre lágrimas, en el pequeño patio de la vivienda donde aún no terminan de llegar las visitas.

Después de la cena, Nubia fue a celebrar el cumpleaños de una tía. Había dicho que se quedaría a dormir en esa casa, pero en algún momento de la madrugada decidió salir. Tal vez para regresar a su casa o para dar una vuelta con alguien de confianza. Lo cierto es que alrededor de las 4:15 a.m., subió como parrillera en una moto conducida por un amigo.

Al llegar al sector conocido como La Subida a El Nazareno, el conductor habría perdido el control del vehículo. La moto terminó estrellándose contra un poste de alumbrado público. Nubia murió en el lugar. Su cuerpo quedó tendido junto a la vía, a escasos metros de una curva cerrada que ya ha sido escenario de otros accidentes.

El conductor fue trasladado gravemente herido a la Clínica Mega Urgencias de Blas de Lezo, donde permanece bajo observación médica. Hasta el momento, el DATT no ha emitido un informe oficial sobre las causas exactas del siniestro.

El impacto de la noticia se expandió rápidamente por el barrio San Fernando, donde Nubia vivía. Allí todos la conocían: era una joven tranquila, enfocada en sus estudios, responsable y siempre sonriente.

—Ella era de las que saludaba a todo el mundo, no le gustaba meterse en problemas, solo quería salir adelante —cuenta una vecina que fue compañera de infancia y hoy no puede contener el llanto.

Tristeza en la institución

En el SENA, los instructores aún no lo creen. Habían preparado una pequeña ceremonia para entregar los certificados de prácticas. Nubia ya no estará.

—Fue una alumna brillante, de esas que no se quedan con dudas y siempre preguntan más allá —dice uno de los docentes—. Le augurábamos un gran futuro.

En la casa de los Cardona el ambiente es desgarrador. El uniforme de trabajo que Nubia iba a usar ese lunes sigue colgado en una silla. Nadie tiene fuerzas para guardarlo.

—Ella me decía que quería ser alguien en la vida, que quería que yo descansara y que mis manos dejaran de trabajar tanto —cuenta su padre, con la voz quebrada.

El futuro le sonreía a Nubia. Había hecho todo bien: estudiar, esforzarse, esperar su momento. Estaba empezando a vivir. Pero el destino, tan abrupto e injusto a veces, decidió lo contrario.


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