Joven de 17 años participaba en piques en la doble calzada y se mató en su moto 


El impacto fue mortal. La moto quedó destrozada, la ambulancia llegó tarde y la familia se enteró de la peor manera: viendo las fotos de su hijo en redes sociales.

El reloj marcaba las 7:50 de la noche cuando el estruendo sacudió la doble calzada Santa Marta-Ciénaga. Un impacto seco contra el puente del sector Los Alcatraces apagó una vida en segundos. Era Andrus Díaz, un joven de 17 años que, como muchos de su edad, buscaba adrenalina en la velocidad. La carretera oscura y peligrosa no tuvo piedad.

Horas antes, en su casa en Ciénaga, su familia pensaba que estaba en el pueblo. No sabían que Andrus había tomado su moto y, junto con amigos, se lanzaba a hacer piques en la carretera. No midió las consecuencias. A toda velocidad, perdió el control y se estrelló. Cuando las ambulancias llegaron, ya era demasiado tarde.

La noticia corrió rápido. Alguien mencionó un accidente de moto, otro habló de un joven fallecido. Pero la familia de Andrus ni siquiera imaginó que se trataba de él. No hasta que vieron las fotos. La misma ropa, la misma moto. No había margen de error. La tragedia era real.

El dolor se apoderó de su hogar. Lágrimas, gritos, negación. «No puede ser él», repetían. Pero la carretera no perdona, y la imprudencia menos. Andrus, en su juventud e inmadurez, desafió el peligro y encontró un destino que nadie en su familia esperaba.

Hoy, su ausencia pesa. La moto que lo acompañó en tantas aventuras quedó destruida, como los sueños que aún tenía por cumplir. En Ciénaga, su nombre quedará grabado en la memoria de quienes lo conocieron y en la tristeza de una familia que, entre sollozos, se pregunta por qué esa noche Andrus no decidió quedarse en casa.


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