La menor de edad y de nacionalidad venezolana, fue asesinada de tres disparos por su compañero sentimental tras una discusión en una fiesta. El feminicida está huyendo.

Una noche de fiesta terminó con sangre. A las 2:30 de la madrugada de este viernes, en el barrio 3 de Diciembre de El Banco, Magdalena, Dayerlyn Chávez Díaz, de 17 años, cayó al piso tras recibir tres tiros. Su pareja sentimental la mató delante de varios testigos.

Horas antes, la joven venezolana había salido a una fiesta en el sector de Barranquillita, en el barrio Las Palmas. Estaba acompañada del hombre con quien sostenía una relación. En medio del ambiente festivo, discutieron. Él no soportó verla hablando con otro joven. Se llenó de celos, se alteró y ambos pelearon. Después se separaron. Ella tomó un rumbo, él otro.

Pero la pelea no quedó ahí. El hombre volvió. Ya no a discutir, sino a asesinarla.

Con un arma en la mano, la encontró de nuevo, la insultó, la golpeó y sin mediar palabra le disparó tres veces. Luego huyó del lugar como si nada. Dayerlyn quedó tendida en el suelo, herida de muerte.

Fue llevada de urgencia a la clínica Prevención & Salud, pero ya era tarde. Llegó sin signos vitales. No hubo oportunidad de salvarla.

Un feminicidio anunciado en segundos

La Policía confirmó que el crimen fue cometido por quien sería su pareja. Un hombre celoso, impulsivo, que no toleró que la adolescente hablara con otro. Ya fue identificado, pero sigue prófugo.

Las autoridades realizan operativos en distintos puntos de El Banco, especialmente al norte de la cabecera municipal. Hasta el momento, los patrullajes no han dado resultado.

Era menor de edad. Y fue asesinada por quien decía amarla

Dayerlyn vivía en el barrio Las Américas. Era sobrina política del presidente del Concejo Municipal de El Banco, Tomás Puerta Barrientos, e hijastra del ingeniero eléctrico Nayith Posada Muñoz. Su familia está devastada. Su madre llora sin consuelo. Tenía 17 años. Tenía toda una vida por delante.

La escena es dolorosa: una adolescente baleada por su pareja. Otro feminicidio más, otro caso que se pudo evitar. Pero nadie la protegió. Nadie imaginó que esta vez, la amenaza sería tan inmediata.

Murió por los celos de un hombre que no soportó sentirse rechazado.

Y ahora, mientras su asesino huye, la justicia va detrás de otro caso más que pudo terminar distinto.