El joven, que apenas iniciaba una nueva etapa laboral en la capital del Magdalena, falleció tras tropezar y caer desde un octavo piso. Su familia en Tenerife lamenta la tragedia.

Jhon Vélez había llegado hace pocos días desde su natal Tenerife, Magdalena, con una ilusión que lo llenaba de energía: había conseguido trabajo como obrero en Santa Marta. Por fin podría enviar dinero para su hija, esa pequeña que se convirtió en su razón de luchar y que lo motivaba a levantarse temprano todos los días.

Sus amigos cuentan que estaba feliz. Lo veían sonriente, agradecido con la oportunidad de comenzar de nuevo. “Hoy sí arranco en serio”, dijo la última vez que habló con su familia antes de salir rumbo a la obra. Nadie imaginó que esa sería su despedida.

El accidente ocurrió en una construcción ubicada en el sector de Pozos Colorados, cerca del barrio La Paz. Jhon se encontraba en el octavo piso realizando labores cuando, al bajar unas escaleras, tropezó y cayó al vacío. Sus compañeros corrieron a auxiliarlo y lo trasladaron de inmediato a un centro asistencial en Gaira, pero los médicos no pudieron salvarle la vida.

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En Tenerife, su familia no podía creerlo. El muchacho trabajador, el que siempre decía que todo lo hacía por su hija, se había ido de la manera más inesperada. “Solo quería trabajar para darle lo mejor a la niña”, repiten entre lágrimas sus familiares.

Hoy, mientras los obreros de la obra guardan silencio y su familia intenta entender lo ocurrido, una pequeña sigue preguntando por su papá, sin saber que ya no volverá a casa. Jhon Vélez tenía sueños sencillos: trabajar, sostener a su hija y salir adelante. Murió intentándolo.