El primer estudio electoral de Invamer, bajo la nueva ley de encuestas, pone a Iván Cepeda con una ventaja abrumadora del 31,9 %. Abelardo de la Espriella aparece segundo con 18,2 %, pero lejos de convertirse en una amenaza real. El panorama redefine las fuerzas a seis meses de la primera vuelta.

El país cerró noviembre con un dato que cayó como un remezón en todas las campañas: Iván Cepeda va muy arriba. La medición divulgada por Invamer la noche del domingo dejó claro que el senador del Pacto Histórico no solo ganó la consulta interna; ahora domina con autoridad el arranque de la carrera presidencial del 2026.

Con 31,9 % de intención de voto, Cepeda aparece firme, instalado en un liderazgo que ya no es solo del progresismo, sino del electorado que busca continuidad en la línea abierta por el gobierno Petro. La encuesta, primera elaborada bajo los nuevos requisitos legales, funciona como una fotografía cruda del momento: Cepeda tiene aire, tiene impulso y tiene algo que sus rivales todavía no encuentran… ventaja real.

Al otro lado del espectro, Abelardo de la Espriella —abanderado de la derecha más combativa— aparece con 18,2 %. Es un segundo lugar que le alcanza para figurar, pero no para competir. La distancia de más de 13 puntos lo deja en una zona incómoda: demasiado alto para ser irrelevante, demasiado lejos para ser opción inmediata. En las sedes políticas lo interpretan igual: es fuerte, sí, pero todavía no es lo suficiente.

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Más abajo, la escena se diluye. Sergio Fajardo apenas llega al 8,5 %, Miguel Uribe Londoño al 4,2 %, y otras figuras que en otro momento tuvieron peso —Claudia López, Vicky Dávila, Juan Carlos Pinzón— quedan reducidas a notas al pie en un tablero que hoy gira en torno a dos nombres: Cepeda y De la Espriella.

El estudio, aplicado a 3.800 personas en 148 municipios y con margen de error de 1,81 %, no es una encuesta más. Es la primera medición formal del ciclo electoral, el termómetro que empiezan a revisar estrategas y maquinarias mientras afinan discursos, alianzas y movimientos. A seis meses de la primera vuelta, marca la tendencia: el progresismo mantiene fuerza; la derecha busca cómo reagruparse.

Lo que viene será una carrera de golpes, virajes y cálculos quirúrgicos. Pero por ahora, el mensaje del país es contundente: Iván Cepeda arranca arriba y con ventaja amplia; De la Espriella corre detrás; y los demás no aparecen. Colombia empieza diciembre con un mapa político en plena reconfiguración… y un líder que se dispara justo cuando empieza la cuenta regresiva.

La derecha tendrá que hacer una gran alianza para que pueda darle un contrapeso a la disputa política.