
Infortunado destino: mototaxista murió decapitado con cable reventado por una mula
El joven de 28 años, murió de forma inmediata al quedar enredado con un cable que se soltó tras el paso de una mula. El accidente ocurrió en plena vía pública y dejó en shock a la comunidad.
El destino le jugó una trágica pasada a Diego Fernán Gutiérrez Valderrama, un mototaxista de 28 años que murió la mañana del jueves 8 de mayo en un accidente que parecía imposible de prever.
A las 7:45 a.m., cuando se desplazaba en su motocicleta por la calle 45 de Bucaramanga, a pocos metros de la Cárcel Modelo, un cable reventado por el paso de una mula lo impactó de lleno en el cuello.
El golpe fue letal. El joven, que bajaba a alta velocidad en una motocicleta TVS Apache 160, quedó decapitado al instante. Su cuerpo cayó a un lado de la vía y su cabeza, aún con el casco puesto, fue encontrada a unos tres metros. Testigos quedaron paralizados ante lo ocurrido.
“El cable salió disparado cuando la mula lo rompió y él venía bajando sin saber lo que pasaba”, dijo uno de los vecinos.
La escena fue brutal. La motocicleta terminó destrozada a varios metros del lugar del impacto. Nadie pudo ayudar. Diego murió en el acto. Solo quedó avisar a las autoridades.
Policías llegaron pocos minutos después y cubrieron el cuerpo con una sábana. Los residentes observaban aún sin entender cómo una cadena de casualidades terminó en una muerte tan violenta. Varios familiares llegaron minutos después, desesperados. Confirmaron que Diego era mototaxista y trabajaba todos los días entre los barrios Quinta Estrella y Campo Hermoso. Lo describieron como un joven responsable, trabajador y muy conocido en la zona.
Agentes de criminalística de la Dirección de Tránsito y Transporte realizaron el levantamiento técnico del cuerpo y recolectaron evidencias. El cable reventado, propiedad de una empresa de telecomunicaciones, fue hallado en una zona boscosa cerca de la vía.
Las autoridades ahora investigan si hubo negligencia en el mantenimiento de los cables, mientras la familia exige justicia. Diego salió esa mañana a ganarse el día, como siempre. Nunca imaginó que un cable mal instalado y un accidente coincidencial le costarían la vida.
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