La mujer fue hallada muerta en su vivienda en el barrio La Gabriela de Bello, Antioquia. La Fiscalía investiga un presunto feminicidio por envenenamiento a manos de su expareja, quien ya había intentado matarla antes y hoy está prófugo.

Vecinos del barrio La Gabriela, en el municipio de Bello, no resistieron más el olor fuerte que, desde hacía días, se colaba por las rendijas del vecindario. Lo que comenzó como una sospecha se transformó rápidamente en horror: el cuerpo en descomposición de una mujer, cubierto con una cobija sobre una cama, yacía en el interior de una pequeña vivienda alquilada. A su lado, un balde con agua y productos de limpieza.

La historia de Sandra Patricia Agames Valencia terminó como tantas otras que empiezan con amor y acaban en tragedia.

Tenía 34 años. Había intentado comenzar de nuevo, alejarse del miedo desde que su expareja comenzó a agredirla. Pero no alcanzó a llegar muy lejos. La última vez que su familia supo de ella fue el 1 de mayo. Desde entonces, silencio. Hasta que se enteraron que la habían asesinado.

Las autoridades que llegaron al lugar —la Policía y el CTI de la Fiscalía— se encontraron con una escena que parecía deliberadamente modificada. El balde con blanqueador y productos de limpieza podría haber sido utilizado para intentar disimular la descomposición del cadáver. Las cámaras de seguridad confirmaron lo que que se sospechaba: el excompañero sentimental fue captado saliendo del lugar con varias bolsas. Desde entonces, no se le ha vuelto a ver.

La historia previa entre ambos es una crónica de violencia anunciada. Según familiares y allegados, Sandra fue víctima constante de maltrato físico, amenazas e incluso intentos de asesinato. En una ocasión, él habría disuelto “mata ratas” en una bebida gaseosa que ella alcanzó a probar. En otra, intentó incendiar su casa. Y una vez, según testigos, la lanzó desde un segundo piso.

Sandra, como muchas otras, intentó huir. Cambió de lugar, de barrio, de rutina. Pero su agresor la encontró. La Fiscalía investiga si fue envenenada con una sustancia tóxica. Todo apunta a que él la visitó una vez más, y que esta vez, como ya había advertido, no pensaba fallar.

El caso ha desatado una ola de indignación en Bello. Organizaciones de mujeres y ciudadanos han exigido que no haya impunidad, que se capture al agresor y que se refuerce la atención a las víctimas de violencia de género antes de que sea demasiado tarde.