La mujer recibió 12 heridas, una de ellas en el pulmón. Permanece en UCI mientras el agresor se mantiene prófugo. La comunidad exige justicia.

La tarde del 15 de septiembre, en la calle 53 con carrera 24 de Barranquilla, el pánico y los gritos reemplazaron la cotidianidad. Sheilin Monroy, de 32 años, fue brutalmente atacada con arma blanca por su expareja sentimental, quien la hirió en repetidas ocasiones hasta dejarla al borde de la muerte.

De acuerdo con el reporte médico, la mujer sufrió 12 lesiones. Una de ellas perforó uno de sus pulmones, comprometiendo seriamente su estado de salud. El ataque fue directo, calculado y desmedido. Los testigos aseguran que no hubo discusión previa: el agresor se abalanzó sobre Sheilin y descargó la furia de su arma blanca en plena vía pública, frente a transeúntes que quedaron paralizados por el horror.

Lucha por sobrevivir

La víctima fue trasladada de inmediato a un hospital cercano, donde médicos de urgencias lograron estabilizarla para luego ingresarla a la Unidad de Cuidados Intensivos. Permanece en estado delicado y bajo constante monitoreo. Su vida sigue en manos de los especialistas.

Tras dejarla gravemente herida, el hombre huyó sin que nadie pudiera detenerlo. La Policía adelanta operativos para dar con su paradero, mientras la comunidad teme que escape y el ataque quede impune.

“Esto no puede repetirse. La justicia tiene que actuar ya”, clamó una vecina del sector que presenció el hecho y auxilió a la víctima.

El caso ha encendido las alarmas en Barranquilla, donde los episodios de violencia contra la mujer siguen en aumento pese a los llamados de las autoridades a denunciar. La brutalidad del ataque contra Sheilin Monroy se convierte en un símbolo más de una problemática que sigue cobrando vidas y dejando familias destruidas.

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Mientras la mujer permanece en UCI, sus allegados exigen protección y justicia. El barrio entero aún recuerda los gritos desgarradores que rompieron la tarde, como una advertencia de que la violencia de género no da tregua.