El cadáver, en avanzado estado de descomposición, fue hallado flotando cerca de Playa Sisiguaca, en Taganga. Las autoridades investigan si la víctima murió ahogada o si se trata de un homicidio.

La mañana de este lunes comenzó con una escena de horror para los pescadores de Taganga. Mientras se preparaban para una jornada de faena en la playa Sisiguaca, un grupo de ellos divisó algo que flotaba cerca de la orilla. Al acercarse, confirmaron lo peor: era el cuerpo sin vida de un hombre.

El hallazgo, ocurrido en una zona frecuentada por residentes y turistas, interrumpió la calma del pequeño corregimiento de pescadores. De inmediato, dieron aviso a las autoridades y ayudaron en las maniobras para recuperar el cuerpo, que se encontraba en avanzado estado de descomposición.

Según los primeros reportes, la víctima sería un hombre de tez morena y una estatura aproximada de 1.65 metros. No portaba documentos ni pertenencias que permitieran establecer su identidad. Por la condición del cadáver y la posición en que fue hallado, los miembros del CTI de la Fiscalía debieron ser trasladados en una lancha para realizar el levantamiento en el agua y posteriormente llevarlo hasta la orilla.

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El cuerpo fue trasladado a las instalaciones de Medicina Legal en Santa Marta, donde expertos forenses realizarán los exámenes correspondientes para determinar tanto la identidad del hombre como las causas exactas de su muerte.
Hasta el momento, no se descarta ninguna hipótesis. Las autoridades investigan si el hombre murió por inmersión accidental o si fue víctima de un acto violento

El hallazgo generó consternación entre los habitantes de Taganga, acostumbrados a ver turistas y pescadores, pero no escenas de esta naturaleza. La comunidad teme que el hecho esté relacionado con algún suceso violento ocurrido en altamar o en zonas cercanas, como Playa Grande o las bahías vecinas.

Por ahora, el misterio del hombre sin nombre encontrado flotando en las aguas de Sisiguaca sigue abierto, mientras los investigadores buscan pistas que permitan reconstruir las últimas horas de su vida.