En el barrio Tulio Varón, un hombre, bajo los efectos del alcohol, asesinó a su hermano con un cuchillo e hirió a su padre que intentó detener la pelea. El agresor fue capturado en el lugar.

La madrugada del domingo, el ruido de los gritos alertó a los vecinos en el barrio Tulio Varón, en Ibagué. Dentro de una vivienda, una familia entera se desmoronaba: un hijo atacaba a otro con un cuchillo mientras el padre, desesperado, intentaba separarlos. Cuando todo acabó, uno estaba muerto, otro herido y el agresor en shock, rodeado por la sangre de los suyos.

Según el reporte policial, todo comenzó durante una reunión familiar que se tornó violenta tras varias horas de consumo de licor. Los hermanos Aguilar Vásquez discutían acaloradamente cuando, de un momento a otro, Miguel Ángel Aguilar Vásquez, de 39 años, perdió el control. En medio de los insultos, tomó un arma cortopunzante y la descargó contra su propio hermano.

Uriel Aguilar, el padre, corrió a intervenir, pero también fue alcanzado por la furia. Terminó con heridas en el cuerpo mientras el atacante, fuera de sí, seguía gritando. Los vecinos, alarmados por los gritos, salieron de sus casas y dieron aviso inmediato a la Policía.

Cuando los uniformados llegaron, encontraron una escena devastadora: el cuerpo sin vida de uno de los hermanos en el suelo, el padre siendo atendido por paramédicos y el agresor detenido en estado de shock. Los agentes lo esposaron y lo trasladaron a una estación mientras la familia era evacuada del lugar.

La víctima mortal no alcanzó a recibir atención médica. Su muerte fue confirmada en el sitio. El padre, herido, fue llevado al Hospital Federico Lleras Acosta, donde permanece fuera de peligro.

Lea también En su cumpleaños, expareja la atacó brutalmente con martillo; sobrevivió de milagro y lucha por recuperarse

Miguel Ángel Aguilar Vásquez fue presentado ante la Fiscalía y enfrenta cargos por homicidio, lesiones personales y violencia intrafamiliar.

La tragedia tiene consternados a los habitantes del barrio Tulio Varón, que aún no pueden creer lo ocurrido. “Eran una familia tranquila. Los veíamos reunirse casi todos los fines de semana. Nadie imaginó que terminaría así”, contó un vecino.