La Policía Nacional y la Alcaldía de Santa Marta llevan a cabo un operativo de desalojo en una vivienda del barrio Chimila. El propietario amenazaba con prender en fuego la residencia si no se le permite quedarse, situación que mantiene a la comunidad en estado de alerta.
La mañana de este miércoles, en el barrio Chimila de Santa Marta, un operativo judicial para desalojar a un residente generó gran tensión entre las autoridades y la comunidad.
La Policía Nacional, en acompañamiento de la Alcaldía Distrital, se dirigieron al lugar haciendo efectiva una orden de desalojo emitida por un juez. Sin embargo, el proceso se ha complicado ante las amenazas del propietario, quien afirma que hará estallar la vivienda si se le obliga a abandonarla.
Según un funcionario de la Alcaldía, el desalojo se efectúa bajo estricta confidencialidad, debido a que el caso está protegido por reserva judicial.
Los residentes del sector aseguran que esta no es la primera vez que se intenta ejecutar el desalojo, pero el propietario, que asegura no tener otro lugar donde vivir, se ha negado a entregar el inmueble.
La situación escaló cuando el hombre lanzó amenazas contra quienes intentaran entrar a su vivienda, generando preocupación en la comunidad.
Algunos vecinos describen al propietario como una persona dispuesta a actuar con firmeza para proteger su residencia.
El funcionario de la Alcaldía que fue consultado señaló que el propietario permitió inicialmente el ingreso de las autoridades de forma pacífica y sin actitudes violentas. Un pequeño grupo de la Policía Antidisturbios se encuentra en el lugar para apoyar en el control de la situación, mientras se llevan a cabo las labores de desalojo.
Su presencia busca resguardar la seguridad del equipo de desalojo y evitar altercados que pudieran poner en riesgo tanto a los funcionarios como a los habitantes de la zona.