El artista colombiano Byron Sánchez Salazar, conocido como B-King, fue hallado sin vida junto a su colega Jorge Luis Herrera, alias Regio Clown, en el Estado de México. Ambos habían desaparecido el pasado 16 de septiembre en Ciudad de México. Las autoridades investigan si el doble homicidio está vinculado al cartel La Familia Michoacana.

El mundo de la música urbana se sacudió este lunes 22 de septiembre con la confirmación de un crimen que ha dejado a Colombia y México en estado de conmoción. El cuerpo del cantante Byron Sánchez Salazar, conocido como B-King, fue encontrado sin vida en el Estado de México junto al también artista Jorge Luis Herrera, alias Regio Clown. Ambos presentaban signos de violencia.

La Fiscalía del Estado de México informó que los cuerpos fueron identificados gracias a los tatuajes que portaban los artistas y señaló que los hallazgos coinciden con los reportes de desaparición. Ahora, las autoridades analizan si el crimen estaría ligado al cartel La Familia Michoacana, organización que mantiene fuerte presencia en la región.

B-King y Regio Clown habían sido vistos por última vez el 16 de septiembre al salir de un gimnasio en la exclusiva zona de Polanco, en Ciudad de México. Según contó su mánager, Juan Camilo Gallego, ese mismo día tenían programada una reunión con empresarios locales. Nunca llegaron al encuentro.

La noticia desató reacciones inmediatas en Colombia. El presidente Gustavo Petro lamentó el asesinato y responsabilizó a la política internacional antidrogas por las muertes de los jóvenes artistas.

“Asesinaron nuestra juventud en los Estados Unidos de Mexicanos. Mafia internacional fortalecida por la estúpida política militar y prohibicionista, llamada ‘guerra contra las drogas’, a la que obligan a la humanidad y a América Latina. Más jóvenes asesinados por una política antidrogas que no es política antinarcotraficante”, expresó el mandatario.

Mientras avanzan las investigaciones, familiares, colegas y seguidores de los artistas exigen justicia y mayores garantías de seguridad para los músicos que buscan abrirse camino en escenarios internacionales. El luto en la música urbana deja también una herida abierta en la comunidad artística, que ahora clama por respuestas y protección frente a la violencia que los persigue más allá de las fronteras.