
Hallan sin vida a bogotana que deambuló durante días por Santa Marta
A la mujer se le vio caminando de un lado a otro por las calles de Santa Marta. Este sábado fue hallada sin vida, a un costado de la carretera Troncal del Caribe.
Nadie sabe con certeza cómo llegó Luisa Fernanda González a Santa Marta. Su historia, envuelta en silencios, dudas y supersticiones, empezó a tejerse en los parques, avenidas y playas de la ciudad, donde por varios días fue vista vagando, sola, desorientada, con la mirada extraviada.
Algunos la reconocieron como una joven bogotana. La vieron caminar por el parque Bolívar, dormir en los andenes cercanos al Camellón de la Bahía y recorrer sin rumbo las calles en medio del calor del día y la humedad de la noche. A veces hablaba con desconocidos, otras simplemente se perdía en su propio silencio. Varios aseguraban que algo no estaba bien en su mente: que no hilaba ideas con claridad, que sus palabras eran confusas, que parecía atrapada en un mundo distinto.
“Estaba como ida, como si no supiera dónde estaba”, comentó un vendedor ambulante que la vio varias veces rondando por el centro.
Otros decían que estaba bajo los efectos de alguna sustancia; había quienes afirmaban que, en los primeros días, estuvo acompañada por otra mujer, una supuesta amiga, que más tarde desapareció sin dar explicaciones. Esta, antes de irse, aseguró que a Luisa le habían hecho una brujería, y por eso había quedado así.
La ciudad la observó con ese interés momentáneo que despiertan los casos extraños, pero sin mayor intervención. Luisa Fernanda se fue desdibujando entre la indiferencia, hasta que dejó de ser vista. Se decía que había emprendido el regreso a pie hacia Bogotá, que su obsesión era volver a casa, aunque no supiera cómo.
Este sábado, su historia llegó al final más desgarrador. Fue hallada sin vida a un costado de la carretera Troncal del Caribe, a la altura del río Toribio, más cerca del municipio de Ciénaga que de Santa Marta. Su cuerpo yacía en medio de un charco de sangre. Las imágenes, que circulan con crudeza en redes sociales, muestran heridas en la cabeza. Algunos testigos dicen que fue arrollada por un vehículo, otros afirman que fue asesinada de un disparo. No hay certezas.
Las autoridades aún no entregan un parte oficial sobre las causas de su muerte, pero lo único claro es que Luisa Fernanda murió lejos de su hogar, en una vía solitaria, como si el abandono con el que vivió sus últimos días también la hubiera escoltado hasta el final.