Las dos fueron encontradas muertas en un caño cercano a una institución educativa rural en la vereda Alto Manacacías. La comunidad las buscó con esperanza durante días.

El municipio de Puerto Gaitán, Meta, amaneció con la noticia que nadie quería confirmar: Leidy Jhoana y su hija de corta edad, Anny Yiseth, fueron encontradas sin vida en las aguas de un caño en la vereda Alto Manacacías, cerca de una escuela rural.

Ambas habían sido reportadas como desaparecidas desde el pasado sábado. Desde entonces, la búsqueda fue incesante. Familiares, vecinos y voluntarios recorrieron caminos, compartieron fotografías en redes sociales y no dejaron de difundir su angustia en medios locales con la esperanza de hallarlas con vida.

El viernes en la mañana, el movimiento en la comunidad creció. Más personas se sumaron a la búsqueda. Sin embargo, el sábado llegó con un golpe seco: los cuerpos de Leidy y de su pequeña hija fueron hallados flotando en el caño.

La noticia corrió rápido por el pueblo. El ambiente se llenó de tristeza, impotencia y muchas preguntas sin respuesta. Las autoridades llegaron al lugar y comenzaron las investigaciones para esclarecer las circunstancias de esta tragedia.

El hallazgo deja muy tristes a los habitantes de Puerto Gaitán. Dos vidas se apagaron sin explicación clara. Hoy, sus seres queridos solo piden justicia y claridad, mientras enfrentan el dolor de una pérdida irreparable.