Gobierno Nacional lideró una conmemoración histórica y cultural para los 500 años de Santa Marta


Con la Ceremonia Viva y el Concierto Corazón del Mundo, una comisión nacional liderada por el presidente Gustavo Petro lideró una conmemoración histórica y cultural sin precedente. Música, danza, memoria y arte se unieron para celebrar el legado ancestral y proyectar el futuro de la ciudad más antigua de Colombia.

Con un despliegue impecable de organización, contenido simbólico y poder artístico, el Gobierno nacional convirtió la conmemoración de los 500 años de Santa Marta en un espectáculo vibrante y profundamente significativo.

La playa de El Rodadero fue el escenario de una celebración que no solo recordó el pasado, sino que conectó con la esencia viva del territorio.

La Ceremonia Viva y el Concierto Corazón del Mundo, organizados por el Ministerio de Cultura y presididos por el mandatario Gustavo Petro, marcaron el momento central de la agenda conmemorativa del medio milenio de fundación de la ciudad. Fue una jornada donde el arte se transformó en lenguaje de resistencia, memoria y celebración.

Petro: “El arte construye, sana y nos une”

El presidente Gustavo Petro acompañó personalmente los actos principales, dejando clara la apuesta del Gobierno nacional por una conmemoración con sentido histórico y cultural. Durante su intervención, destacó el papel del arte como herramienta de transformación social y reivindicación de las raíces del país.

El arte construye, sana y nos une. Por eso estamos aquí, para honrar la vida que resistió, no la muerte que vino con la conquista”, dijo Petro frente a miles de asistentes que colmaron la bahía.

Su mensaje estuvo en línea con el enfoque que el Ejecutivo ha dado a las celebraciones: menos exaltación a los colonizadores y más visibilidad a los pueblos indígenas, afrodescendientes y campesinos que han moldeado la identidad samaria a lo largo de los siglos.

Una ceremonia con fuerza ancestral

La Ceremonia Viva abrió la noche con un acto simbólico cargado de identidad. Puestas en escena inspiradas en los saberes ancestrales, danzas tradicionales y rituales indígenas marcaron el tono espiritual y reflexivo de la jornada. Fue un homenaje a los pueblos que habitaron el territorio antes de la llegada de los colonizadores, pero también a quienes siguen defendiendo su cultura y territorio desde la Sierra Nevada, los barrios populares y los pueblos ribereños.

El evento incluyó mensajes de los líderes indígenas arhuacos, wiwas y koguis, quienes agradecieron que el Gobierno nacional les diera un lugar central en la narrativa de los 500 años. También hubo representaciones del legado afrocolombiano y campesino, en un equilibrio que reflejó la diversidad de la región.

Un concierto para celebrar la vida

Después del acto simbólico, el Concierto Corazón del Mundo encendió el ánimo colectivo. Artistas locales y nacionales se unieron para rendir homenaje musical a Santa Marta con sonidos que cruzaron el Caribe: vallenato, cumbia, champeta, bullerengue y fusiones contemporáneas se mezclaron en un solo latido.

El escenario frente al mar se convirtió en un corazón palpitante que representó a Santa Marta como eje cultural de Colombia. La producción técnica y escénica sorprendió por su calidad y sincronización, consolidando el evento como uno de los más potentes de la agenda cultural nacional del año.


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