
Gobierno dice que hay policías y militares infiltrados en el Plan Pistola del Golfo
El ministro de Defensa, Pedro Arnulfo Sánchez Sucre, denunció que al menos 20 uniformados activos en Sincelejo colaboran con estructuras criminales, entregando información sobre sus propios compañeros. Entre los implicados habría altos mandos de la institución.
El ministro de Defensa, Pedro Arnulfo Sánchez Sucre, lanzó una acusación grave: la Policía Nacional y las Fuerzas Militares estarían infiltradas por miembros al servicio del crimen organizado.
La denuncia se centra en Sincelejo, capital de Sucre, donde al menos 20 policías activos estarían filtrando información clave a estructuras criminales responsables del llamado “Plan Pistola”, una estrategia que consiste en asesinar selectivamente a miembros de la fuerza pública.
“Estos grupos han logrado infiltrarse en las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, lo que significa que hay delincuentes dentro de nuestra organización, y contra ellos va todo el peso de la ley”, afirmó tajantemente Sánchez Sucre ante los medios de comunicación.
Información que pone en la mira a patrulleros y sus familias
El ministro aseguró que los uniformados implicados estarían proporcionando datos extremadamente sensibles a los criminales: nombres, direcciones, turnos de patrullaje y hasta los lugares donde viven los familiares de sus compañeros. En pocas palabras, están sirviendo como guías internos para la ejecución de atentados.
“Le están dando coordenadas exactas a los criminales: dónde viven los patrulleros y dónde pueden ubicar a sus familias”, denunció el ministro con voz grave.
Altos mandos también bajo la lupa
Más allá del número de policías implicados, lo más alarmante es que entre los presuntos colaboradores del crimen se encuentran altos mandos, incluso coroneles, según reveló el propio ministro.
Esto implica que el problema no es solo de base, sino que la estructura de mando también estaría comprometida, lo que agrava la situación y deja en evidencia una grave vulnerabilidad interna en las fuerzas encargadas de proteger la seguridad del país.
El ministro anunció que varios de estos policías ya están plenamente identificados y que en las próximas horas podrían emitirse órdenes de captura. El caso, además de estar en manos del Ministerio de Defensa, ya fue asumido por la Fiscalía General de la Nación.
Según expertos en seguridad, esta infiltración representa una amenaza directa a la moral y cohesión interna de la Fuerza Pública. “Cuando un patrullero ya no sabe si su compañero es de fiar, la institución comienza a desmoronarse desde adentro”, señaló un excomandante retirado de la Policía.
Depuración urgente y cero tolerancia
Ante la gravedad del escándalo, el Gobierno Nacional aseguró que se tomarán medidas contundentes. “No habrá contemplación con quienes traicionen el uniforme. Estamos frente a una amenaza que requiere depuración total y castigo ejemplar”, concluyó Sánchez Sucre.
El Ministerio de Defensa reiteró su compromiso con la estrategia de seguridad integral, que ahora incluye como prioridad la limpieza interna de las fuerzas del orden.
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