El ataque se dio desde una montaña que daba con la vista al apartamento del empresario. Las autoridades confirmaron que la víctima ya había sufrido dos intentos de asesinato en 2023.
En Bogotá durante los últimos años se han reportado atentados contra políticos, firmantes de paz, empresarios y ciudadanos, quienes han estado expuestos a bombas, sicarios y delincuentes que buscan acabar con sus vidas. Sin embargo, en mucho tiempo no se había visto un asesinato que hubiera sido cometido por un francotirador, según las primeras versiones del caso que manejan las autoridades sobre lo ocurrido con el esmeraldero Juan Sebastián Aguilar.
Investigadores de la Policía Nacional y del CTI de la Fiscalía indagan cómo fue que un sicario llegó hasta el lujoso condominio Bosques del Marqués, en el norte de Bogotá, para ocultarse en la zona boscosa de la urbanización y esperar el momento adecuado para disparar en contra del poderoso empresario.
Los primeros hallazgos apuntan a que el sicario usó los caminos de los cerros orientales para encontrar su punto de tiro, desde el que alcanzó a»Pedro Aguilar» con un disparo en la espalda. Ese mismo impacto que le cobró la vida a pesar de que hubiera sido trasladado hasta un centro asistencial.
La precisión del tirador para cometer el crimen fue exacta, ya que el esmeraldero siempre estaba custodiado por un fuerte esquema de seguridad. Así mismo, su agilidad para huir por los cerros orientales sin dejar rastro alguno también es una señal de que el crimen estaba fríamente calculado.
El perfil del antiguo escolta de Carranza
Juan Sebastián Aguilar no era un empresario nuevo en el millonario negocio de las esmeraldas. Su nombre había sonado en el sector desde que era el guardaespaldas del oscuro Víctor Carranza y de hecho, era conocido en el mercado como «Pedro Aguilar» o «Pedro Pechuga».
Era oriundo de Chiquinquirá, pero su fuente de ingresos no solo dependía de la lujosa piedra. Aguilar también era dueño de una empresa de seguridad privada, la cual está encargada de prestarle sus servicios a varios empresarios y compañías que se mueven en el mundo de las esmeraldas.
Tenía relación cercana con Sandra Ortiz, exconsejera para las regiones, quien de hecho, aseguró que Aguilar era un empresario de renombre.
Otras voces del gremio también han levantado sus mensajes de condolencias ante la muerte del empresario y sus socios más cercanos y compañeros del negocio en Muzo (Boyacá), adelantaron este jueves 8 de agosto un homenaje en la parroquia del municipio.
Los otros dos atentados
El propio comandante de la Policía Nacional, el general William René Salamanca, confirmó este jueves que Aguilar ya había sufrido dos atentados que precedieron su asesinato este miércoles festivo en la capital.
«Hemos encontrado antecedentes entorno a esta persona. Son dos del año pasado: uno en una zona de Boyacá, en donde fue objeto de un atentado, y otro aquí en Bogotá», señaló el alto oficial de la Policía.
El ataque contra su vida que tuvo lugar en Bogotá se dio el pasado 20 de octubre de 2023 cuando el empresario estaba en el lujoso edificio sede de Esmeraldas Santa Rosa, en el norte de Bogotá.
Versiones de los hechos señalan que en ese momento, las balas pasaron cerca del cuerpo de Aguilar, pero los sicarios no pudieron lograr su cometido. No obstante, fuentes enteradas dijeron que el empresario había resultado lesionado con las esquirlas que saltaron del ataque.
El informe preliminar de balístico conocido por EL TIEMPO en ese entonces daba cuenta de que para cometer el crimen se usó un «arma larga tipo rifle o fusil».
